La Natividad de María es una "preparación para el Misterio de la Encarnación", explica Mons. Dal Cin
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La Virgen María con el Niño Jesús (©PHILETDOM - stock.adobe.com) |
En
la Santa Casa de Loreto, con un programa especial, tiene lugar la Fiesta de la
Natividad de María, que se celebra el 8 de septiembre. El Arzobispo Delegado
Pontificio, en esta ocasión, presenta el proyecto de espiritualidad familiar,
titulado "Casa de María, casa de toda familia"
Las
iglesias de Oriente y Occidente celebraron ayer 8 de septiembre el nacimiento de
María, fecha en la que en Jerusalén se consagró la Basílica construida sobre la
casa de Santa Ana, madre de Nuestra Señora. El nacimiento se cuenta por primera
vez en el Proto-Evangelio de Santiago, apócrifo, del siglo II, muy antiguo,
según el cual, la Madre de Jesús, del linaje de Abraham, nació en Jerusalén de
Joaquín, sacerdote del Templo, y Ana mujer santa y devota. Una tradición nacida
por lo tanto en Oriente, que más tarde sería introducida en el calendario
litúrgico latino en el siglo VII, por el Papa Sergio I.
La
"familia de María y el ambiente en el que fue educada era humilde, cercana
al pueblo: su familia era una familia con una profunda fe en Dios",
subraya a Vatican News Mons. Fabio Dal Cin, Arzobispo Delegado Pontificio de
Loreto, que acoge el 8 de septiembre una solemne concelebración en la Basílica
Pontificia de la Santa Casa.
María, mirada por Dios
Pero,
¿cuál es el verdadero significado y finalidad de esta fiesta? La Natividad de
María es una "preparación para el Misterio de la Encarnación",
explica Mons. Dal Cin comentando las palabras del Papa Francisco el pasado miércoles al final de la audiencia general.
María,
recuerda el arzobispo, es cantada por la Iglesia como "la aurora del nuevo
mundo": "nació y creció en su casa ya orientada al sentido de la
presencia de Dios". María es una joven que "lentamente",
continúa Mons. Dal Cin, "descubre que es mirada y amada por Dios, hasta el
pleno cumplimiento del plan que Él quiso en el momento de la Anunciación y en
el canto del Magnificat".
María, Madre amada
Entonces,
¿cómo vivimos esta fiesta hoy? En Loreto se vivirá en primer lugar como la
"fiesta de cumpleaños de una madre". Mons. Dal Cin señala que María
es sentida por los fieles como "Madre cercana a la vida de cada uno, por
lo que es con sentimientos de gratitud y alabanza por su nacimiento que se vive
este día ante todo". En ella hay también un "sentido muy
fuerte" - continúa - "de la vida": "los que vienen a Loreto
a visitar los muros de la casa santa, esos muros que son testigos de la familia
de María, sienten el fuerte sentido de la vida que allí habita. Es aquí donde
muchas personas piden gracias para sus hijos, piden el don de la vida, de la
fertilidad con la sencillez y la humildad que esta morada comunica".
Proyecto de Espiritualidad
Familiar
Este
año en Loreto, el 8 de septiembre, es también una oportunidad para lanzar un
proyecto especial dedicado a todas las familias. Lo presenta Mons. Fabio Dal
Cin. Se titula "Casa de María, casa de toda familia" y propone con
diversas iniciativas, espirituales y culturales, la posibilidad de profundizar
la belleza del matrimonio cristiano, el sentido de la vida ordinaria en la
familia y la responsabilidad de ser familias evangelizadoras. El programa de
todo el año prevé jornadas temáticas dedicadas a las problemáticas que
enfrentan las familias - como la infertilidad, la viudez o la pérdida de un
hijo - y tres retiros espirituales pensados especialmente para los momentos
fuertes del año litúrgico, a saber, Adviento, Cuaresma y Pentecostés.
Gabriella
Ceraso - Ciudad del Vaticano
Vatican News