COLABORACIÓN DE JUAN CARLOS CARVAJAL PARA ESTE DOMINGO

26 Domingo Tiempo Ordinario (Ciclo B)
MONICIÓN DE ENTRADA
Buenos días, sed bienvenidos a la celebración del Día del Señor.
La Eucaristía dominical es el centro de la vida cristiana. En cada celebración el Señor Jesús viene a nosotros y nos une a Él para hacernos testigos suyos en medio del mundo.
Celebremos con gozo el Banquete que el Señor nos prepara. Pongamos sobre el altar nuestra vida y dejemos que la gracia del Espíritu nos transforme en verdaderos miembros del Cuerpo de Cristo.
MONICIÓN A LAS LECTURAS
El reino de Dios desborda la Iglesia. La Iglesia solo es servidora de la obra salvadora que Dios quiere realizar en el mundo. Y sin embargo, cuantas veces queremos adueñarnos de la obra divina.
Las lecturas que hoy vamos a escuchar tratan de purificar esta actitud de dominio y nos alientan a buscar la colaboración de los hombres y mujeres de buena voluntad en la construcción del Reino.
Escuchemos con atención la Palabra que hoy se nos proclama.

ORACIÓN DE LOS FIELES

A cada petición respondemos: ¡Señor, escucha nuestra oración!

- Por la Iglesia, servidora del Reino de Dios, para que en el cumplimiento de su misión busque la colaboración de los hombre y mujeres de buena voluntad. OREMOS.

- Por nuestros gobernantes e instituciones políticas, para que mantengan las reglas democráticas y potencien la concordia entre todos los ciudadanos de nuestro país. OREMOS.

- Por todos aquellos que desde ideologías diversas luchan por la libertad, la justicia y la paz, para que por el testimonio de los cristianos lleguen a reconocerse colaboradores del Reino de Dios. OREMOS.

- Por los que viven cualquier tipo de marginación, para que encuentren personas solidarias que les acojan, les acompañen y les ayuden a integrarse en la sociedad. OREMOS.

- Por nuestra comunidad parroquial, para que seamos acogedores de todos aquellos que se nos acercan. OREMOS.


ORACIÓN FINAL

Gracias, Padre de bondad,
porque deseas hacer participe a toda la humanidad
de los bienes de tu Reino;
y has enviado a tu Hijo, para que Él nos revele
que el fundamento de tu Reino
es la fraternidad universal.

También te damos gracias,
porque al llamarnos Jesús, a ser discípulos suyos,
Él nos ha hecho colaboradores de tu Reino,
instrumentos para que tu salvación
se extienda por todo el mundo.

Te pedimos, Padre de misericordia,
que ni reneguemos de la misión recibida
ni nos adueñemos de ella.
Señor, que siempre vivamos tu Reino como don y tarea:
don de tu infinita bondad
y tarea que nos lleve a entregar la vida.

Padre, ayúdanos a reconocer
en los hombre y mujeres de buena voluntad
colaboradores de tu Reino,
y a descubrir en ellos tus hijos y hermanos nuestros
que Tú quieres integrar en tu familia.
Amén.