Aburrimiento y salud
Hola,
buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
¿Sabías
que una simple manzana tiene 26 tipos diferentes de nutrientes? Hierro, calcio,
potasio, zinc... Así no me extraña que recomienden tomar una manzana al día:
¡es como merendarse la farmacia!
Con
esta información, una se hace el sano propósito de comer manzana, pero, seamos
sinceros... Es una fruta tan sana como aburrida. ¡Me resulta interminable! Más
que “comer” manzana, ¡para mí es “rumiarla”!
Al
final, siempre se me queda media manzana para el día siguiente, y entonces ya
sí que sí me parecen eternas. Pero... ¡el Señor ha venido en mi ayuda!
-¿Cogemos
una manzana a medias? -me propuso sor Agustina.
No
sé cómo se le ocurrió, pero, desde entonces, cuando hay manzanas, las
compartimos. Así no sobra nada para después, saben mucho mejor (¡ella las elige
muy bien!), ¡y es infinitamente más agradable!
Orando
este hecho, solo me salía dar gracias al Señor, que nos ha hecho el maravilloso
regalo de tener hermanos: ¡podemos contar unos con otros! Y, así, en comunidad,
ayudándonos unos a otros, las cargas se dividen y las alegrías se multiplican.
Y,
siendo el Señor quien nos ha unido, ¡la comunidad empieza en la oración!
Alguien
me dijo una vez: “Ora por tus amigos, porque pueden estar librando batallas que
jamás te contarían... Asegúrate de que estén bien protegidos”.
Ese
consejo me tocó el corazón: ¡qué forma tan bella (y eficaz) de amar a alguien y
compartir su carga tal vez sin que lo sepa!
“Arrimad
todos el hombro a las cargas de los demás, que con eso cumpliréis la ley de
Cristo”.
Hoy
el reto del amor es que ores por un amigo, aquel que el Señor te ponga en el
corazón. Da gracias a Cristo por esa persona, por haberla puesto en tu camino...
y ora especialmente por las batallas que no conoces: ¡hoy todos peleamos en
equipo! ¡Oramos por ti, querido retero!
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma