GUÍA BÁSICA PARA DISTINGUIR A QUÉ ORDEN PERTENECE UN MONJE POR SU HÁBITO

¿Por qué usan diferentes colores? La historia y el significado detrás de los múltiples colores de la vida religiosa

Hay un estereotipo, a menudo perpetuado por series de televisión y películas, que da por sentado que las monjas siempre visten hábitos negros y los monjes siempre llevan túnicas marrones. 

No obstante, cuando uno asiste a grandes eventos eclesiales, queda de manifiesto rápidamente que no es así.

De hecho, la variedad de congregaciones puede ser abrumadora y es fácil confundirse al tratar de descifrar a qué orden religiosa pertenece un monje o una monja en particular, así que ofrecemos aquí una especie de “guía de campo” básica —muy básica— sobre las cuatro principales órdenes religiosas.

La mayoría de las comunidades religiosas que usan hábito encajan en una de estas categorías o al menos conectarán periféricamente con alguna. Existen muchas más además de estas cuatro, pero tratar de explicar el atuendo religioso de las miles de congregaciones religiosas de todo el mundo sería una tarea titánica.

Benedictinos

Establecida en el siglo VI por san Benito de Nursia, la Orden de San Benito suele llevar hábitos negros que consisten en una túnica, un escapulario largo hasta el suelo y un cinturón de cuero.

El color negro simboliza la muerte para el mundo, la penitencia y, en términos prácticos, era la tela más barata disponible en el siglo VI. Los monjes llevan capucha y las monjas velo y —según se puede ver arriba— a menudo las comunidades religiosas se diferencian unas de otras en la construcción de la parte superior de la vestimenta.

Otro elemento distintivo del hábito benedictino es la ausencia de un rosario complementario. Los benedictinos nunca han incluido las cuentas, habituales para otros religiosos, sobre todo porque los benedictinos realizan sus propios trabajos de cultivo y construcción y el rosario colgante sería poco práctico.

Los benedictinos de compromiso permanente llevan un hábito con capucha (o cuculla) sobre su hábito habitual para la oración litúrgica y ocasiones importantes en la comunidad.

Algunos ejemplos de comunidades benedictinas son las Benedictinas de María y los monjes benedictinos de Nursia, los benedictinos de la Abadía de Clear Creek, la Abadía de Montserrat, la Abadía de Santa Walburga y la Abadía de Regina Laudis.

Entre los santos benedictinos famosos están el Venerable Beda, santa Hildegarda de Bingen, santa Escolástica, el papa san Gregorio Magno y santa Gertrudis la Grande. Entre los legos benedictinos están santa Francisca Romana, el rey san Enrique II, la sierva de Dios Dorothy Day, y escritores como Rumer Godden, Flannery O’ Connor y Walker Percy.

Carmelitas

Fundada en el siglo XII, la Orden de los Carmelitas es una orden monástica que se originó en un grupo de eremitas que vivían en el monte del Carmelo a las afueras de Jerusalén. Su hábito es marrón y también incluye un escapulario; una larga pieza de tela rectangular que cuelga de la parte frontal y trasera les fue dada por la Santísima Virgen María a través de una visión de san Simón Stock. La cruz que llevan también es marrón, como el color de la tierra, que recuerda a los carmelitas la cruz que han de cargar y la humildad que necesitan poseer.

Además del escapulario marrón oscuro, un hábito carmelita se identifica también por una capa de un color más claro que llevan encima durante la liturgia. Los carmelitas llevan un cinturón de cuero y un rosario por lo general grande colgando de él. Los carmelitas monásticos llevan el crucifijo de su profesión enganchado bajo su escapulario. El gran libro ilustrado de Lili Almog Perfect Intimacy incluye fotografías de varias monjas carmelitas mostrando ese elemento normalmente oculto.

Los carmelitas descalzos siguen el ejemplo de santa Teresa de Ávila, la gran reformadora carmelita. También hay comunidades carmelitas apostólicas, como las Hermanas Carmelitas del Sagrado Corazón de Jesús de Los Ángeles, y las Hermanas Carmelitas del Divino Corazón de Jesús. Si has disfrutado del café Mystic Monk es gracias a los monjes carmelitas de Wyoming (EE.UU.).

Santa Teresa de Lisieux, santa Isabel de la Trinidad, santa Edith Stein y san Juan de la Cruz son algunos de los más famosos santos carmelitas. Entre los carmelitas legos encontramos al presidente irlandés Éamon de Valera, el siervo de Dios Ramón Montero Navarro y los Reyes Católicos Fernando II de Aragón e Isabel de Castilla.

Franciscanos



Establecida en el siglo XIII por san Francisco de Asís, la Orden de Frailes Menores u Orden Franciscana es una familia enorme, con numerosas comunidades religiosas, monásticas y apostólicas, que sostienen a Francisco como su inspirador.

El hábito franciscano es por lo general muy simple y tiene unos cuantos elementos en común. Consiste en una túnica (a veces con un escapulario) y puede ser marrón, negra, gris o en realidad de cualquier otro color, cada una con su propio simbolismo dependiendo de la rama franciscana. San Francisco eligió cualquier tela que fuera la más pobre de su tiempo y la ropa remendada que llevó era de muchos colores diferentes.

La mayoría de las veces el hábito franciscano va atado con un cordón con tres (o cuatro) nudos, que simbolizan sus votos de pobreza, castidad y obediencia, con el cuarto que sería una referencia a un voto “mariano” extra. A menudo el cordón lleva un gran rosario enganchado.

De todos los hábitos religiosos, el cordón es probablemente el elemento más distintivo del hábito franciscano. Si ves un cordón, probablemente estés viendo una comunidad que tiene raíces en la espiritualidad franciscana.

Los monjes capuchinos son prominentes franciscanos, y tanto el arzobispo Charles Chaput como el cardenal Sean O’Malley, de Estados Unidos, son capuchinos. Los Frailes Franciscanos de la Renovación son una comunidad pujante y relativamente “nueva”.

Hay famosos santos franciscanos como santa Clara de Asís, san Buenaventura, san Antonio, san Junípero Serra y Solanus Casey, próximo a su beatificación. La Madre Angélica, fundadora de la cadena católica EWTN, fundó también su propio monasterio de las Clarisas Pobres (monjas franciscanas).

La Tercera Orden u Orden Franciscana Seglar cuenta con Dante Alighieri, santa Isabel de Hungría, el beato Frédéric Ozanam (fundador de la Sociedad de San Vicente de Paúl) y Louis Pasteur.

Dominicos

La Orden de Predicadores fue fundada por san Domingo casi al mismo tiempo que los franciscanos y son por lo general los más fáciles de identificar. Llevan un hábito blanco con un escapulario blanco con capucha (o un velo negro para las monjas).

Como con los benedictinos, los hábitos dominicos se distinguen los de hombres y los de mujeres solo por su capucha o velo. En varias ocasiones llevan una capa negra encima de su hábito. El blanco simboliza la pureza de la vida de Cristo, mientras que el negro, similar al de los benedictinos, señala a la muerte, al pecado, la penitencia y la mortificación.

También llevan un cinturón de cuero con un gran rosario enganchado. Hay otras órdenes religiosas que visten de blanco, pero el gran rosario sirve siempre para identificar a un dominico. Eso y los libros que por lo general llevan consigo.

La Orden dominicana se ha vuelto muy visible en la última década gracias a la notoria beca en la Dominican House of Studies en Washington D. C., y por el increíble crecimiento de las ramas apostólica y contemplativa de la orden. El arzobispo Anthony Fisher, de Australia, es fraile dominico.

Entre los dominicos famosos encontramos a santo Tomás de Aquino, al papa san Pío V, san Jacinto y beato Jordán de Sajonia. Dominicos legos son santa Catalina de Siena, santa Rosa de Lima, san Martín de Porres y beato Pier Giorgio Frassati.

Philip Kosloski

Fuente: Aleteia