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“Al entrar en
la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron
homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones, oro, incienso y
mirra”, dice San Mateo (2,1-18) en el pasaje que se refiere a los tres magos.
Aquí 7 datos
que tal vez no conocías de los sabios de oriente y la Epifanía.
1. La
Iglesia celebra tres Epifanías
La fiesta de
los reyes magos o “bajada de reyes” es comúnmente llamada Epifanía, palabra que
en griego significa manifestación, en el sentido de que Dios se revela y se da
a conocer.
No obstante, la
Iglesia celebra como Epifanías tres manifestaciones de la vida de Jesús: la
Epifanía ante los magos de oriente (manifestación a los paganos), Epifanía del
Bautismo del Señor (manifestación a los judíos) y la Epifanía de las bodas de
Caná (manifestación a sus discípulos).
2. Es la
segunda fiesta más antigua
La Fiesta de la
Epifanía es una de las más antiguas de los cristianos, muy probablemente la
segunda después de la Santa Pascua. Se inició en oriente y luego pasó a
occidente por el siglo cuarto.
Se dice que en
un principio los cristianos conmemoraban las tres epifanías en una misma fecha.
En algunas iglesias orientales incluso le dieron a esta fiesta un carácter
celebrativo del nacimiento de Cristo, pero este sentido se fue aminorando
cuando se insertó la festividad romana de la Navidad por el siglo cuarto.
En la Edad
Media la Epifanía poco a poco pasó a conocerse más como la fiesta de los Reyes
Magos. Actualmente la Iglesia Católica celebra las tres epifanías en diferentes
tiempos del calendario litúrgico.
3. Un santo
definió la fecha
Estudios
sostienen que la Epifanía se fijó para el 6 de enero debido a que en este día
se celebraba el nacimiento de Aión, dios patrono de la metrópoli de Alejandría,
que al parecer estaba relacionado con el dios sol. Asimismo, porque desde
tiempos antiguos en Egipto, se celebraba el solsticio de invierno el 6 de
enero.
San Eusebio de
Cesarea y San Jerónimo en el siglo cuarto, al igual que San Epifanio en el
siglo sexto dicen que los reyes arribaron a ver al Niño antes que Jesús
cumpliese los dos años.
Sin embargo,
San Agustín (siglos cuarto y quinto) en sus sermones de la Epifanía afirmó que
llegaron el día 13 después del nacimiento del Señor. Es decir, el 6 de enero
del calendario actual.
4. Reyes por
tradición
San Mateo, el
único que habla de los magos en la Biblia, explica que fueron de “oriente”, una
zona que para los judíos eran los territorios de Arabia, Persia o Caldea. Por
otro lado, los orientales llamaban “magos” a los doctores.
“Mago” en
lengua persa significaba “sacerdote” y justamente los magos (“magoi” en griego)
eran una casta de sacerdotes persas o babilonios. Ellos no conocían la
revelación divina como los judíos, pero estudiaban las estrellas en su deseo de
buscar a Dios.
La tradición
les llamó “reyes” a los magos en referencia al Salmo 72 (10 -11) que dice: “Los
reyes de occidente y de las islas le pagarán tributo. Los reyes de Arabia y de
Etiopía le ofrecerán regalos. Ante él se postrarán todos los reyes y le
servirán todas las naciones”.
5. Pudieron
ser más de tres
San León Magno
y San Máximo de Turín, siglos cuarto y quinto respectivamente, hablan de tres
magos probablemente no por basarse en alguna tradición, sino tal vez por los
tres regalos que describe el evangelista.
En los primeros
siglos hay representaciones pictóricas en los que aparecen dos, cuatro, seis y
hasta ocho magos. No obstante, el fresco más antiguo de la adoración de los
magos data del siglo segundo y se encuentra en un arco de la capilla griega de
las catacumbas romanas de Priscila y allí aparecen tres.
6. El origen
de sus nombres, fisonomías y regalos
Los nombres de
los magos no aparecen en las Sagradas Escrituras, pero la tradición les ha dado
ciertos nombres. En un manuscrito de París a fines del siglo siete se los
nombra como Bitisarea, Melchor y Gataspa, pero en el siglo nueve se empezó a
propagar que eran Gaspar, Melchor y Baltazar.
Melchor es
graficado generalmente como un anciano blanco con barba en representación de la
zona Europea y ofrece al Niño el oro por la realeza de Cristo. Gaspar
representa a la zona asiática y porta el incienso por la divinidad de Jesús.
Mientras que Baltazar es negro por los provenientes de África y regala al
Salvador la mirra, sustancia que se utilizaba para embalsamar cadáveres y
símbolo de la humanidad del Señor.
En la época que
se les empezó a pintar con estas características no se tenía conocimiento de
América. Además, los tres hacen referencia a las edades del ser humano:
juventud (Gaspar), madurez (Baltazar) y vejez (Melchor).
7. La
estrella habría sido una conjunción de planetas
Sobre la
estrella de Belén que vieron los Reyes Magos se han construido varias
hipótesis. Antes se decía que fue un cometa, pero estudios astronómicos indican
que al parecer se debió a la conjunción de los planetas Saturno y Júpiter en la
constelación de Piscis.
En este
sentido, los Reyes Magos posiblemente deciden viajar en busca del Mesías
porque, en la antigua astrología, Júpiter era considerado como la estrella del
Príncipe del mundo; la constelación de Piscis, como el signo del final de los
tiempos; y el planeta Saturno en Oriente, como la estrella de Palestina.
En suma, se
presume que los “sabios de Oriente” entendieron que el Señor del final de los
tiempos se aparecería ese año en Palestina.
Es probable que
los Reyes Magos supieran algunas profecías mesiánicas de los judíos y por eso
llegaron a Jerusalén, al palacio de Herodes, preguntando por el rey de los
judíos.
Fuente: ACI Prensa