Mariani
Reyes expresó que luego del arrollamiento sufrido hace 10 años se ha transformado
en otra persona: “Soy más sensible, comprensiva, amo y entiendo a mi
prójimo...”
@Guardiancatolic |
“El
arrollamiento sufrido en el estado Vargas hace diez años fue mi conversión de
vida”, reveló Mariani Reyes Rodríguez, una estudiante de sociología de la
Universidad Central de Venezuela, quien el pasado 16 de junio de 2018, en el
acto de beatificación de la Madre Carmen Rendiles Martínez, dio prueba del
milagro de su curación a través de la intercesión de la religiosa venezolana
recién elevada a los altares.
El
testimonio de Mariani era uno de los más impactantes que antecedieron la
ceremonia de beatificación, justamente en la misma fecha en que había sido
arrollada hace 10 años, el 16 de junio de 2008. La joven de 27 años de
edad contó para Aleteia el traumático accidente que casi le quita la
vida. Habló del amor y la fe que esto representó para ella y su familia; y que
ahora, “viven entregados a la oración y a la esperanza”.
Confesó
que antes del arrollamiento, se comportaba como una joven rebelde, a quien poco
le interesaba la espiritualidad de las personas, mucho menos ir a misa. “Sólo
estaba pendiente de la apariencia física de la gente, de cómo se vestía y
hablaba”, decía a la multitud congregada en el estadio y ratificaba al
corresponsal de Aleteia.
Con
todo, dejó claro que ahora tiene otra actitud ante la vida. “Me he transformado
en otra persona, soy más sensible y comprensiva. He aprendido a aceptarme y
amarme a mí misma para poder entender a mi prójimo, para vivir y lograr la
paz interior”.
¿Cómo fue el arrollamiento
que casi le cuesta la vida?
Mariani
fue atropellada por el conductor de un vehículo que se dio a la fuga cuando iba
cruzando la calle cerca de su casa, en Maiquetía, estado Vargas. Producto de la
colisión tuvo fractura en la clavícula y edema cerebral, con colapso de
ventrículos y hemorragia, de acuerdo a los reportes médicos emitidos en los
centros donde fue atendida: Periférico de Pariata, en Vargas; y los hospitales
Pérez Carreño y Militar de Caracas.
Para
la fecha del accidente, Mariani tenía 17 años y estudiaba bachillerato en el
liceo “Juan Pablo II”, en el litoral varguense. El personal de salud que la
atendió, le comunicó a sus familiares que “tenía tan sólo 1% por ciento de
probabilidades de vida”, y si superaba el accidente, quedaría en estado
vegetal. Estuvo 33 días sucesivos en coma.
Devotos
de Madre Carmen Rendiles. La joven contó que durante su permanencia en el
Hospital Militar, a su papá Claudio Reyes, le obsequiaron una estampa con la
imagen de la Madre Rendiles, y éste le rezó a la futura beata por la salud de
su pequeña.
Marinela
Rodríguez, su madre, también hizo lo suyo: “leyó la Palabra de Dios,
específicamente en el capítulo 5, versículo 21 al 43 que habla de la fe, los
milagros de sanación y salvación, como la ocurrida con la hija de Jairo (jefe
de la Sinagoga), en el cual Jesús convidó a la niña enferma a que se levantara
de la cama”, contó.
Su
padre colocó sobre el texto bíblico el carnet de estudiante de bachillerato de
su hija enferma, y detrás de éste la estampa de la Madre Carmen, e hizo una
oración por su pronta recuperación. Mariani, diez años después, mostraba la
misma imagen ante los más de 18 mil asistentes que concurrieron a la
beatificación de la religiosa caraqueña.
Detalló
que durante el tiempo en que estuvo en coma experimentó una especie de
revelación: “Sentí que estaba subiendo al cielo y vi a mis abuelos paternos que
están fallecidos. A mi abuelita en vida le faltaban sus piernas, pero en ese
momento la vi completa, con sus miembros inferiores. Luego, vi a Jesús que
estaba recostado a un lado y me sonrió. Caminé hacia al frente y me volví a
encontrar con mi abuelita. Bajé la cabeza y observé a un ser inmenso, supongo
que era Dios”.
Añadió
con mucha convicción: “¡Con esa visión fue cuando desperté del coma!”.
Mencionó
que durante su estadía en el centro asistencial militar, se encontraba un
equipo médico del Hospital Vargas de Caracas. Los galenos habrían exclamado:
“¡Milagro!”, cuando vieron a la joven despertar del profundo estado de inconsciencia.
Y lo mejor, el edema cerebral sufrido tras el accidente no dejó secuelas en la
joven.
El
1 de agosto de 2008 fue dada de alta ante su rápida recuperación. Actualmente,
a 10 años del arrollamiento Mariani Reyes considera que se ha recuperado por la
gracia de Dios y la intercesión de la Madre Carmen Rendiles.
Ramón Antonio Pérez
Aleteia Venezuela