El
apostolado de los santos Cirilo y Metodio, Compatronos de Europa, sigue siendo
un modelo de evangelización aún hoy
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Foto de archivo (Vatican Media) |
Lo afirmó el Papa durante el encuentro con
Su Beatitud Rastislav, arzobispo de Prešov y Primado de la Iglesia ortodoxa de
las Tierras Checas y Eslovaquia
El
Papa Francisco mantuvo el encuentro en el Vaticano anunciado por la oficina de
Prensa de la Santa Sede en días pasados, con Su Beatitud Rastislav,
Metropolitano de las Tierras Checas y de Eslovaquia. El Primado de la Iglesia
Ortodoxa elegido en 2014 realiza por primera vez realiza su peregrinación a
Roma como Metropolita, y su visita ha comprendido entre otras actividades,
la celebración de la Divina Liturgia en la antigua Basílica de San Clemente, donde
se encuentra la tumba de san Cirilo, Apóstol de los Eslavos.
En
el saludo que el Papa Francisco le dirigió, complacido de la visita que sucede
a la realizada el año pasado por S.E. el Card. Kurt Koch, recordó, en primer
lugar, las palabras del apóstol Pablo, «Busquemos lo que conduce a la paz y a
la construcción mutua» (14,19); y evocando la presencia en Roma de la tumba de
san Cirilo, a la que el Primado Ortodoxo rindió homenaje en el día de ayer,
compartió tres pensamientos.
Mejorar el patrimonio de
santidad
En
primer lugar recordó la historia de los santos hermanos Cirilo y Metodio,
quienes realizaron su tarea evangelizadora en tierras eslavas:
“Según
la tradición, - expresó - fueron los hermanos Cirilo y Metodio, procedentes de
Salónica, quienes llevaron al Papa Adriano II las reliquias de San Clemente,
uno de los primeros obispos de Roma, quien muriera en el exilio bajo el
emperador Trajano. El gesto de Cirilo y Metodio nos recuerda que nosotros los
cristianos hemos heredado -y tenemos continuamente la necesidad de compartir-
un inmenso patrimonio común de santidad”. “¡Que el ejemplo de Cirilo y Metodio
nos ayude a mejorar este patrimonio de santidad que ya nos une!”, rezó.
Necesario ponerse a la
escucha del Espíritu
El
segundo pensamiento presentado por el Papa fue aquel referido a la relación
entre la evangelización y la cultura.
Haciendo
presente que los santos hermanos tuvieron la audacia de traducir el mensaje del
Evangelio “a un lenguaje accesible para los pueblos eslavos de la Gran
Moravia”, el Santo Padre remarcó cómo los hermanos venerados por las Iglesias
de Oriente y Occidente, encarnaron el Evangelio en la cultura misma, y señaló a
partir de ello la necesidad de “ponerse a la escucha del Espíritu”, que inspira
“vías nuevas y valientes para evangelizar a nuestros contemporáneos”.
Unidad no es uniformidad,
sino reconciliación
El
último pensamiento que el Pontífice realizó a partir del testimonio de estos
santos, fue aquel de la superación de las divisiones entre comunidades
cristianas de diferentes culturas y tradiciones.
“En
este sentido, podemos decir que fueron «auténticos precursores del ecumenismo»
(JP II, Carta Slavorum Apostoli, 14)”, dijo. “Nos recuerdan que la unidad no
significa uniformidad, sino reconciliación de las diversidades en el Espíritu
Santo”. “Que el testimonio de los santos Cirilo y Metodio –añadió- pueda
acompañarnos a lo largo del camino hacia la unidad plena, estimulándonos a
vivir esta diversidad en comunión y a no desanimarnos jamás en nuestro camino,
que estamos llamados a hacer por voluntad del Señor y con alegría”.
La
Iglesia ortodoxa de las Tierras Checas y de Eslovaquia es una de las 14
Iglesias Ortodoxas autocéfalas de tradición bizantina. Es la última en el orden
de las Iglesias locales y también es la más pequeña en cuanto al número de
fieles, pero sus derechos en la comunión ortodoxa son los mismos que los de los
otros Patriarcados o iglesias autocéfalas.
Griselda
Mutual - Ciudad del Vaticano
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