Bérgamo y los
bergamascos se sienten agradecidos al Santo Padre Francisco por haber permitido
el regreso a casa del Papa San Juan XXIII
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Giovanni XXIII (Vatican Media) |
En
efecto, con motivo de la peregrinación de la urna del Papa Roncalli, el Papa
Bergoglio concedió una entrevista al periódico “El Eco de Bérgamo”
Ante
la pregunta acerca del significado de esta peregrinación, el Papa Francisco
comienza recordando que había escrito un mensaje a este periódico, el 25 de
abril de 2014, porque el joven Angelo Giuseppe Roncalli había sido un apreciado
colaborador de este medio de prensa y explica que conoce cuán amado es el Papa
Juan XXIII en su tierra de origen.
De
ahí que afirme que muchas familias, aún hoy, y no sólo en Italia, sino en el
mundo entero, tienen la imagen del Papa Bueno, como se lo llamaba comúnmente.
Por esta razón respondió positivamente a la petición de permitir su regreso.
Y
añade que desea compartir con los bergamascos, y con todos los peregrinos, la
alegría que sienten por esta peregrinación, especialmente con los de su
localidad natal, que se ha convertido en un santuario a cielo abierto.
Mirar las heridas de
Jesús
A
Francisco este medio le recuerda que el 27 de abril de hace cuatro años, en el
curso de la ceremonia de canonización de los Papas Juan Pablo II y Juan XXIII,
él mismo subrayó con fuerza que estos dos Pontífices “tuvieron el coraje de
mirar las heridas de Jesús, de tocar con sus manos las llagas y el costado
traspasado”, sin avergonzarse de la carne de Cristo. De ahí la pregunta acerca
de esta última expresión.
El
Papa Bergoglio explica que “el cristianismo no es un ideal que seguir, una
filosofía a la que adherirse o una moral que hay que aplicar”. Sino que es,
ante todo, el encuentro con Jesucristo que hace reconocer en la carne de los
hermanos y de las hermanas su misma presencia. O sea, ir a compartir el pan con
el hambriento, ocuparse de los enfermos y de los ancianos, tal como está
constelada la historia de Angelo Giuseppe Roncalli mucho antes de llegar a ser
Papa, y después en Bulgaria, Turquía, Grecia y Francia hasta su regreso a
Italia y sin distinguir entre ortodoxos y católicos, dispuesto a correr riesgos
por los judíos que huían de la persecución y a dialogar con todos.
El secreto de su
sacerdocio estaba en el crucifijo
Sí
porque como destacó Francisco, el secreto de su sacerdocio estaba en el
crucifijo que miraba en su habitación hablándole al crucificado. Y en eso, dijo
el Papa Bergoglio, me siento muy cercano a él. “Un hombre, un santo, que no
conocía la palabra enemigo”.
Tras
recordar el papel preponderante que tuvo Juan XXIII en la crisis de los misiles
de Cuba en 1962, en que contribuyó a establecer la paz y alejar la sombra de la
guerra, el Santo Padre afirma que hace más de medio siglo ya, con el mundo al
borde de una crisis nuclear, precisamente mientras estaba a punto de comenzar
el Concilio Vaticano II, el Papa Bueno intervino ante los poderosos de la
tierra de aquella época y fue escuchado. Y precisamente en aquellos días nacía
en él la idea de la “Pacem in terris” dirigida a todos los hombres de buena
voluntad. Tal como después – prosigue Francisco – Pablo VI y Juan Pablo II lo
comprendieron muy bien.
El desempleo juvenil es
un “pecado social
Aludiendo
al próximo sínodo de los Obispos sobre el tema de los jóvenes, el Eco de
Bérgamo pregunta al Papa Bergoglio cómo garantizarles un trabajo digno, libre,
creativo y solidario. Y aquí el Pontífice recuerda que lo ha dicho claramente,
que el desempleo juvenil es un “pecado social” y que “la sociedad es responsable
de esto”. A la vez que la Iglesia está haciendo lo que puede, a través de
la pastoral del trabajo de tantas diócesis como compromiso prioritario.
Al
recordarle al Papa que la diócesis de Bérgamo ha abierto numerosas misiones en
el mundo, entre las cuales en Bolivia y Cuba, el periódico pregunta a Francisco
si se puede decir que hoy el papel de las misiones es más importante aún que en
el pasado.
El
Papa Bergoglio responde que la Iglesia es, por su misma naturaleza, misionera.
Que debe salir, si no quiere enfermarse de “auto-referencialidad”, para dar
testimonio del Evangelio.
La verdadera acogida
debe ser totalmente desinteresada
Y
teniendo en cuenta que Bérgamo es una de las principales provincias italianas
capaces de acoger a los emigrantes, se le pregunta al Pontífice acerca del
secreto de la verdadera acogida.
Francisco
vuelve a explicar entonces que “la verdadera acogida debe ser totalmente
desinteresada, esa que cuesta sacrificios”. Mientras ante la pregunta de si el
cristianismo podrá fecundar aún la cultura y el mundo, responde que cree que no
se equivocan los pensadores y teólogos que dicen que si el cristianismo futuro
será más concretamente católico, universal, plenamente eclesial, respetuoso de
las culturas, no correrá el riesgo de ser irrelevante en cuanto a la propuesta
del Evangelio y a la salvación del mundo.
San Juan XXIII
verdaderamente nos ha dejado grandes ejemplos
Por
último ante la pregunta acerca de la ecuación entre terrorismo e islamismo
existente en la opinión pública, y a cuál es el papel de las religiones, el
Santo Padre responde que en su opinión esa ecuación es una mentira y una
tontería, algo que él mismo ha repetido numerosas veces. A la vez que afirma
que el papel más importante de las religiones es “la promoción de la cultura
del encuentro”, junto a la promoción de “una verdadera educación a
comportamientos de responsabilidad” para ocuparse de la creación. Y aquí – dice
Francisco textualmente – “San Juan XXIII verdaderamente nos ha dejado grandes
ejemplos, una herencia valiosa de la que tomar aún”.
María
Fernanda Bernasconi – Ciudad del Vaticano
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