Carlos
Martínez Oliveras presenta la 47 Semana Nacional para Institutos de Vida
Consagrada, que se inaugurará el 5 de abril en Madrid con un mensaje del Papa.
Entre los participantes, los cardenales Maradiaga y Osoro, o el arzobispo
Rodríguez Carballo
Cuando un joven
busca acompañamiento personal en la Iglesia no le resulta fácil encontrarlo.
Esta es una de las sorpresas que se llevó el cardenal Philippe Barbarin,
arzobispo de Lyon, cuando, en la estela del Sínodo de octubre, se decidió a
indagar sobre los recursos efectivos en pastoral juvenil.
El purpurado francés
reconoce que, hasta ahora, pensaba que siempre hay sacerdotes o religiosas
disponibles para este tipo de tareas, pero se ha dado cuenta de que no es así.
Así lo cuenta
en un vídeo-entrevista de unos 20 minutos que se proyectará en la Semana
Nacional para Institutos de Vida Consagrada, que –organizado por el Instituto
Teológico de Vida Religiosa, de los claretianos– se celebrará en la Fundación
Pablo VI (Madrid) del del 5 al 8 de abril, con el título «Llamó a los que Él
quiso».
La cita, como siempre en la semana de Pascua, llega a su 47
edición en la cresta de la ola, manteniendo el fuerte ascenso experimentado
desde el Año de la Vida Consagrada, celebrado en 2015 por deseo del Papa. Los
organizadores esperan superar las 600 inscripciones.
Para hablar del
Papa y los jóvenes, vendrá el cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga, coordinador
del Consejo de Cardenales que asesora al Papa en la reforma de la curia romana.
El purpurado hondureño es ya un habitual de las Semanas, igual que el arzobispo
José Rodríguez Carballo, secretario de la Congregación para los Institutos de
Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, o el cardenal Osoro.
Junto a estas
personalidades presentes, el interés estará puesto sobre otras intervenciones
desde la distancia. En primer lugar, la del Papa, que inaugurará la Semana con
un videomensaje de unos 3 minutos.
La tecnología
acercará del mismo podo al hermano Alois, prior de la comunidad de Taizé. Al
presentar este lunes la Semana, el director del Instituto Teológico de Vida
Religiosa, Carlos Martínez Oliveras, subrayaba que, sin ser una obra de
apostolado, Taizé se ha convertido en «un polo de atracción espiritual para
muchos jóvenes de distintas confesiones», a partir de dos claves, «la oración
–experiencia de Dios– y la fraternidad, o vida en comunidad», que claramente
son las que «están demandando hoy los jóvenes a la vida consagrada», según se
refleja en las encuestas realizadas para la preparación del Sínodo de octubre.
Pero no basta
con conocer qué piensan los jóvenes católicos. Convencida de que «Dios sigue
llamando» a la vida religiosa, pero «necesitamos comprender a los jóvenes de
hoy», la Semana Nacional para Institutos de Vida Consagrada –explica Martínez
Oliveras– se preguntará sobre el contexto de la sociedad de hoy. En lugar
de un sesudo análisis sociológico, se ha optado por un coloquio con el
periodista Carlos Herrera, quien ofrecerá «una nueva perspectiva» que nos
«abrirá horizontes» para «comprender mejor a esos jóvenes a los que nos
toca acompañar».
Todo ello, con
el objetivo prioritario de ofrecer «formación a la vida consagrada en temas de
actualidad», explica el director del Instituto.
Junto a él,
Fernando Prado, director de Publicaciones Claretianas, añade que uno de los
carismas de la congregación es «formar a líderes evangelizadores», entre los
que las religiosas y religiosos ocupan un lugar destacado, no solo en la misión
ad gentes, sino también con «una presencia muy significativa» en diversas obras
de apostolado en países como España.
Ricardo
Benjumea
Fuente: Alfa y
Omega