Palabras del Papa
Francisco al final de la Misa del Domingo de Ramos
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Misa del Domingo de Ramos © Vatican Media |
María
“camina con nosotros y guía a las nuevas generaciones en su peregrinaje de fe y
fraternidad”, dice el Papa Francisco, quien encomendó a la Virgen María el
Sínodo de los jóvenes de octubre y la JMJ de enero de 2019 en la ciudad de
Panamá (22 -27 de enero).
Antes
del Ángelus, al finalizar la misa de este “Domingo de Ramos” de la Pasión de
Cristo, Jornada Mundial de la Juventud 2018, este 25 de marzo, en la Plaza San
Pedro, el Papa Francisco dio la bienvenida a una delegación de 305 jóvenes que
participaron en el encuentro pre-sinodal en Roma y a los 15,000 jóvenes que
participaron a través de las redes sociales.
Un
joven de Panamá, país que acogerá la próxima JMJ del 22 al 29 de enero de 2019,
presentó al Papa Francisco el documento final de su encuentro: una
“radiografía” de lo que piensan, viven y esperan los jóvenes del mundo: por
ahora, el documento está disponible en
inglés, español e italiano.
Después
de saludar, besar y abrazar al Papa o de haber agarrado y besado su mano, cada
uno de los jóvenes quería hacer una “selfie” grupal: el Papa se prestó de buen
humor.
“Habéis
visto: hoy no se puede concebir a un joven que no haga un” selfie “… y lo
hicieron. ¡Está bien! dijo el Papa antes de su discurso para
presentar la oración mariana del Ángelus.
El
Papa saludó a todos los jóvenes del “pre-sínodo”: “Antes de concluir esta
celebración, me gustaría saludarlos a todos, romanos y peregrinos, que
participaron, especialmente a los jóvenes de las diferentes partes del mundo, y
también aquellos – alrededor de 15 000 – que participaron virtualmente mientras
estaban conectados: ¡los saludo a todos!”
El
Papa también saludó, bajo aplausos a la comunidad peruana en Roma, haciendo
alusión a su viaje en enero pasado: “Pensando con reconocimiento a mi reciente
viaje a Perú, saludo con afecto a la comunidad peruana presente en Italia.”
Después
el Papa se volvió hacia los jóvenes en este “Día Mundial de la Juventud” que
tuvo lugar hoy “a nivel diocesano”, como “una etapa importante en el camino
hacia el Sínodo de los Obispos sobre los jóvenes, la fe y el discernimiento, en
octubre próximo lo mismo que sobre el camino de la preparación del Día
Internacional, que se realizará en Panamá en enero de 2019.”
El
Papa confió estos dos eventos y su preparación a la Virgen María, “Que sobre
este itinerario, al ejemplo y la intercesión de María, la joven de Nazaret, a
quien Dios escogió como Madre de su Hijo, nos acompañe. Ella camina con
nosotros y guía a las nuevas generaciones en su peregrinaje de fe y
fraternidad.”
Habló
del silencio de María cuando la Iglesia entra en la gran Semana Santa que
conduce a la Pascua: “Que María nos ayude a todos a vivir bien la Semana
Santa. De ella, aprendamos el silencio interior, la mirada del corazón, la
fe amorosa para seguir a Jesús en el camino de la cruz, que conduce a la luz
gozosa de la resurrección”.
“Y
antes de recitar el Ángelus, me gustaría dar las gracias al Cardenal
Baldisseri, al Obispo Fabene y a toda la Secretaría del Sínodo y a todos los
colaboradores que han ayudado tanto esta semana: ¡muchas gracias!, agregó el
Papa antes de decir”: Angelus Domini …”
Después
de la oración del Ángelus y la oración por los difuntos, el Papa dio la
bendición final. Luego saludó a los cardenales presentes uno por uno y se
dirigió a los jóvenes, delirantes de alegría y de selfies.
Finalmente,
el Papa se subió al “papamóvil” blanco descubierto para hacer un recorrido por
la plaza y saludar a la asamblea que estalló en ovaciones a su paso.
La
celebración duró dos horas y media. La gran maratón litúrgica de Pascua ha
comenzado. Una prueba espiritual y física para el Papa de 81 años.
Dos
celebraciones le esperan, el Jueves Santo (Misa Crismal en San Pedro, con los
sacerdotes de su diócesis o presentes en Roma, por la mañana a las 9:30), y
misa in Cena Domini en la prisión romana de Regina Coeli a las 16:30), dos
celebraciones el viernes Santo (la Pasión en San Pedro, a las 17h, y el Vía
Crucis en el Coliseo a las 21.15 horas, con las meditaciones de los jóvenes),
después la vigilia Pascual el sábado por la noche, en la basílica vaticana, a
las 20:30 horas (con los sacramentos de la iniciación cristiana conferidas a
los catecúmenos) y la Misa de Pascua y la bendición Urbi et Orbi el domingo por
la mañana, a las 10:00, en la Plaza de San Pedro.
La
audiencia general se mantiene para el miércoles santo, la Plaza de San Pedro a
las 9:30.
© Traducción ZENIT, Raquel
Anillo
Fuente:
Zenit