¡¡Solucionado!!
Hola,
buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
En
el monasterio es muy común que tengamos de vez en cuando apagones de luz,
subidas y bajadas de tensión...
Esto
es un problema, ya que los aparatos y maquinarias sufren con este tipo de
cortes de luz. Hasta que nos ofrecieron una solución: ¡poner un SAI!
Seguramente
no sepas lo que es; nosotras no teníamos ni idea de qué se trataba hasta que
vimos uno.
Un
SAI es un dispositivo eléctrico que proporciona energía en cuanto hay un
apagón. Aparentemente es como un ladrón, de esos que ponemos en los enchufes,
pero muy grande. Por fuera es una caja rectangular a la que puedes enchufar
varios aparatos. Esta “caja”, a su vez, se enchufa a la corriente, de manera
que, cuando hay un apagón o una bajada de tensión, el SAI se pone en marcha y,
por medio de unas baterías, aporta la alimentación eléctrica necesaria,
impidiendo así que los aparatos se apaguen inesperadamente.
Lo
pusimos en marcha en nuestra sala de trabajo. Todo iba normal, hasta que un
día... ¡fiu! Se fue la luz.
De
pronto, aquel aparato se puso a pitar, anunciando que estaba en funcionamiento,
y nos quedamos asombradas al ver que todas las máquinas continuaban encendidas.
Me
hizo pensar que quizá hoy, ¡el Señor me está pidiendo ser un SAI para los de mi
alrededor! Ya que nosotros, si nos conectamos al Señor, podemos estar seguros
de que aunque, se vaya la luz, nuestras baterías estarán cargadas.
Sólo
desde Él podemos sostener a los de nuestro alrededor. Aportar paz, alegría,
sosiego... cuando el ambiente no lo favorece. O experimentar una fortaleza
sobrenatural cuando el ánimo o las fuerzas físicas comienzan a fallar... Estos
son los frutos de permanecer conectados a Su luz.
Pero
podemos ir un paso más allá, podemos ser batería para los demás.
Muchas
veces queremos que las personas de nuestro alrededor se conviertan y
experimenten el amor del Señor... pero no siempre se realiza tan rápido este
deseo.
Ahora,
al ver este aparato, me daba cuenta de que quizá primero el Señor nos pone ahí
para ser un SAI, en quien se puedan apoyar.
Cuando
llegue el apagón y tiren de nuestras baterías, entonces se cuestionarán de
dónde sacamos las fuerzas.
Hoy
el reto del amor es ser SAI para los de tu alrededor. Hoy sé un transmisor de
paz. Que cuando comience una disputa, puedas aportar paz; que cuando alguien se
irrite, medies para que la paz toque su corazón... Hoy sé cauce del amor del
Señor.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma