Todo queda en familia
Hola,
buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Hace
tiempo empecé a leer un comentario de los evangelios del nacimiento de Cristo
y, la verdad... no llegué a acabarlo.
El
pobre autor se atascaba tratando de encontrar una explicación de por qué los
evangelistas dicen que María “dio a luz a su hijo primogénito”, en vez de decir
“unigénito”. El asunto le resultaba espinoso, casi que un error por parte de
los evangelistas.
Lo
cierto es que me perdí a la mitad del razonamiento. Seguro que eran unas
estupendas elucubraciones de alta teología, ¡pero no había quien le siguiera!
Me consolé pensando que lo mío es encontrar a Cristo “en zapatillas y entre los
fogones...”
La
cuestión es que, hace un par de días, ¡el Señor me hizo entenderlo todo de
golpe!
Es
cierto que Jesús es el único hijo que tuvo María, pero, en el espíritu, ¡tiene
muchísimos más! En el Calvario, Cristo nos la entregó como madre. ¡Y así lo
vivieron todos los apóstoles! Creo que por eso prefirieron decir que Jesús era
su hijo, no “unigénito”, sino “primogénito…” ¡Se sentían, ellos también, hijos!
Y
así, desde entonces, María ha ido acogiendo en su regazo a cada alma que nace a
la fe. ¡Y eso te incluye a ti!
Cristo
te entrega a su Madre. Ella es la persona que más le amó, la que mejor supo
escuchar la voz del Señor en todo momento... y, aunque no siempre comprendiera,
la que siempre confió.
María
cuida tus pasos, y, como buena Madre, desea guiarte y enseñarte a seguir al Señor.
¡¡La mejor forma de empezar el año es de su mano!!
Hoy
el reto del amor es que pongas el año que ha nacido en manos de la Virgen.
Pídele que en este nuevo año que hoy comenzamos, Ella modele tu corazón para
que puedas amar cada día más al Señor. ¡Prepárate para disfrutar este año! Tu
Madre te cuida... ¡y tienes el mejor Hermano Mayor! Con tan buena compañía, ¡a
por el 2018! ¡Feliz año!
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma
