Se sabe que el Pontífice
no ama las formalidades que desdibujan el carácter de ‘servicio’ del Sucesor de
Pedro. Aquí algunos de los momentos más curiosos y emotivos del 21 viaje
apostólico del Papa por América Latina
El
presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynki intentó despedirse del Pontífice con
el ‘beso del anillo’ del pescador, pero el Pontífice no se lo permitió. Esto
ocurrió el 21 de enero cuando acompañaba a Francisco hasta las escaleras de
ingreso antes de tomar el avión de vuelta a Roma.
El
papa Francisco parecería percibir el gesto – quizás involuntario – como
una herencia principesca que se aleja del sueño que anunció en su primer
encuentro con los periodistas en marzo de 2013 de ‘una iglesia pobre y para los
pobres’ y coherente con su máxima sobre el ‘verdadero poder es el servicio’.
Francisco
sabe sin duda ceñirse al protocolo de las ceremonias vaticanas y de la agenda
pontificia con ‘espíritu de obediencia’ religiosa de su formación jesuita y con
el debido rigor que se requiere especialmente delante a mandatarios, dignidades
y líderes religiosos. Sin embargo, tiene ‘alergia’ a los oropeles, los
artilugios y el ‘servilismo’ que no entran en su manera de sentir el
Pontificado.
A
los obispos de Chile y de Perú les insistió de evitar engolosinarse con el
poder y no caer en el clericalismo. Posición equidistante a esos ‘vicios’ que
están a la raíz incluso de los sonados casos de abusos sexuales que involucran
a Fernando Karadima en Chile y los dirigentes del Sodalicio de Vida Cristiana
en Perú.
¡Alto el papamóvil!
En
Perú y en Chile también se destacaron otras salidas del protocolo que el Papa
consideró necesarias para estar en contacto con el pueblo fiel de Dios.
“Tocar y dejarse tocar”; el no protocolo que marca la agenda del Papa.
Así
ocurrió el 18 de enero, el Papa se dirigía rumbo a un almuerzo en Iquique y de
forma repentina se bajó del papamóvil. Lo hizo para asistir a Ana Belén
Aguilera, una carabinera chilena que se cayó de un caballo al momento que
pasaba la comitiva papal. Y que por poco le impacta. Sucesivamente, el Papa le
envió un rosario a la mujer que todavía estaba en el hospital.
En
Trujillo, Perú, Francisco también hizo detener la marcha del papamóvil y saludó
a una mujer ciega que le pedía con un cartel de cartón: “Me llamo Trinidad, cumplo 99 años. No veo.
Quiero tocar tu manito”. El Pontífice sin dudarlo se acercó a la mujer y rezo
con ella (20.01.2018).
El no protocolo en la
comunicación
El
no protocolo en la comunicación también le jugó una mala pasada al Papa con sus
declaraciones a una periodista en Iquique respecto al obispo Barrios en Chile.
Y
en consecuencia, durante el vuelo papal que lo llevaba de Lima a Roma, sus
disculpas a las víctimas de abusos sexuales que se sintieron ofendidas por sus
palabras. Y el agradecimiento de las ‘correcciones’ a sus palabras del cardenal O’Malley a
favor de las víctimas (20.01.2018).
El
encuentro con los indígenas amazónicos, cuando ellos le pusieron los collares
de plumas y se acercaron y lo tocaron. El mismo Papa admitió que se sintió algo
incomodo por que no estaba acostumbrado a esto, pero luego dijo que entendió
que era la manera de entrar en contacto con los pueblos originarios.
El cura que antecede al
Pontífice
En
el avión, celebró un matrimonio en pleno vuelo y
luego explicó el por qué casó a una azafata y su compañero sentimental con
quien se había unido por lo civil. Explicó que era una situación ‘irregular’
con todos los presupuestos para sellar la unión.
Asimismo,
al Papa se le salió otra vez el cura que vive en él y bautizó a una niña con
parálisis que junto a las voluntarias que la asisten lo esperó por más de 6
horas. Según el diario, el Comercio de
Perú, Daniela, una niña de 15 que sufre de parálisis cerebral fue bautizada por
Francisco en la puerta de la Nunciatura Apostólica. Ella es huésped del hogar
San Pedro de Chosica, Lima.
Los
‘balconazos’, esos eventos fuera de su agenda para saludar y pasar algo de
tiempo con la gente de a pie que le viene a saludar, en la Nunciatura
Apostólica. Incluso, recibiendo personas en la puerta de ingreso. El
agradecimiento espontáneo a los periodistas frente a la Nunciatura
Apostólica.
Salirse de la agenda
Encuentro
privado con las dos víctimas de abusos sexuales en Chile que no estaban en la
agenda oficial del viaje. Y como admitió en el vuelo papal hubo otros
encuentros de los cuales no quiso revelar más detalles.
Salirse del discurso
oficial e improvisar
Los
discursos a abrazo, sin papeles, y desde el corazón con el clero local.
Especialmente, el espacio que él mismo abrió ante los obispos peruanos para
responder a sus preguntas con franqueza. No eludió el tema de la ‘corrupción’ y
cuestionó: “¿Qué le pasa a Perú que cada vez que sale un presidente lo meten
preso?”
Los
gestos del Papa, en grandes líneas, son coherentes con sus palabras y por lo
tanto hacen parte del popurrí de variopintos que conforman el fresco que
ilustra un pontificado lleno de sorpresas, fuera de esquemas y difícilmente
encasillable.
Ary Waldir Ramos Díaz
Fuente:
Aleteia