Las religiosas habían
pedido en numerosas ocasiones permiso al gobierno andaluz para restaurar el
órgano, pero nunca tuvieron respuesta
Las
religiosas de clausura del Convento de Santa Inés en la ciudad de Sevilla
(España) habían sido multadas con 170 mil euros por haber restaurado el órgano
de su convento sin el permiso explícito de la Consejería de Cultura, Turismo y
Deporte de la Junta de Andalucía.
Un
mes después de esta multa y gracias a la petición de miles de personas para que
eliminaran la sanción, las religiosas tan sólo tendrán que pagar
2.850 euros. Si esta multa se abona en los diez primeros días tras ser
notificada tiene una reducción del 60%, por lo que sólo tendrían que pagar
1.710 euros.
El
órgano que las religiosas restauraron inspiró “la leyenda de Maese Pérez, el
organista”, del escritor Gustavo Adolfo Béquer y tanto el órgano como el
Convento de Santa Inés son Bienes de Interés Cultural (BIC) de la Junta de
Andalucía.
Las
religiosas habían pedido en numerosas ocasiones permiso al gobierno andaluz
para restaurar el órgano, pero nunca tuvieron respuesta. Por eso decidieron
aceptar la propuesta del restaurador Abraham Martínez que correría con los
gastos.
Según
recoge el diario ABC, el consejero de Cultura, Miguel Ángel Vázquez, explicó
que el expediente sancionador contra las religiosas se inició porque se
llevaron el órgano de la iglesia sin informar previamente y porque se había
actuado sin el preceptivo informe previo de la comisión provincial de
patrimonio, requisito cuando se trata de un Bien de Interés Cultural.
Sin
embargo, la Consejería de Cultura ha resuelto que lo ocurrido ha sido sólo “una
falta leve” y de ahí la reducción de la sanción.
Vázquez
también aseguró que la intención de la Junta de Andalucía fue en todo momento
“proteger el patrimonio”.
La
Fundación Alqvimia, una entidad sin ánimo de lucro cuyo objetivo es la
restauración del patrimonio organístico andaluz, son quienes están realizando
la restauración del órgano y aseguran que lo devolverán al convento antes del
día de Nochebuena, ya que es costumbre que suene ese día.
El
abogado de las religiosas, Joaquín Moeckel, declaró que no cobrará por su
trabajo ya que es su “regalo de Navidad”.
Por Blanca Ruiz
Fuente:
ACI Prensa