"Porque no hay que olvidar que la Navidad es celebrar
que Dios ha nacido, que es esperanza todo el año"
Cada
año, un niño austríaco viaja a Belén para recoger la luz que brilla en el lugar
en el que nació Jesús y la lleva a Viena, desde donde, a través de grupos
scouts, se distribuye por toda Europa y Estados Unidos.
Es la Luz de la Paz de
Belén, que este año han traído a España Judith y otros tres compañeros de
Palencia, desde donde el pasado domingo se distribuyó a toda España.
Una
llama que pretende ofrecer a toda la sociedad, pero sobre todo a los que viven
sumidos en la tristeza y el sufrimiento durante estas fechas, un mensaje de paz
y de esperanza, que no es otro que la buena nueva del nacimiento del hijo de
Dios.
¿Cómo ha sido tu vida en
los scouts hasta llegar a recoger la Luz de Belén?
Empecé
siendo una niña, con 12 o 13 años. Pasaron los años y, primero, fui
responsable. Luego monitora y más adelante coordinadora. Todo ello en grupo
scout en Villamuriel de Cerrato. Desde hace siete años soy la presidenta del
Movimiento Scout Católico (MSC) de Palencia.
¿Qué significa para ti
ser scout?
Es
una forma de vida. Puede sonar a una frase típica, pero es la realidad. Con mi
familia y allegados han participado de mi educación. Me han enseñado valores
como el esfuerzo, el trabajo en equipo, el respeto, el diálogo y, sobre todo,
una educación en la fe cristiana.
La fe es una
particularidad…
El
MSC tiene cuatro pilares y uno de ellos es la fe. No lo planteamos directamente
como en la catequesis, sino a través de valores, actividades y dinámicas. Hay
que darle una vuelta a la propuesta de fe para que los chicos lo entiendan,
porque si no lo hacemos así, los perdemos.
¿Cómo surgió la idea de
que Palencia trajera a España la Luz de Belén?
Se
propuso que una ciudad de Castilla y León se encargase en 2017 y nosotros,
desde Palencia, nos ofrecimos. En marzo comenzamos a prepararlo todo. Primero
planteamos el proyecto a la diócesis, al Ayuntamiento de Palencia, a la Junta
de Castilla y León y a la diputación provincial. Seguimos preparando
actividades de cara al fin de semana que entregaríamos la Luz.
Y llegó el 15 de
diciembre. Cuatros scouts, una furgoneta y Viena como destino.
Tuvimos
que hacerlo así, porque en España no se puede viajar con una llama encendida en
ningún medio de transporte. Y eso que va en un candil dentro de una cápsula
especial, por lo que no se corre ningún peligro. Llegamos ese día a la capital
austríaca y nos acogió un grupo scout. Al día siguiente, recogimos la luz en
una iglesia que parecía un castillo de cuento a orillas del Danubio. Como todos
los grupos, leímos un mensaje de paz, que centramos en nuestro planeta, la casa
común, en el medio ambiente, muy en la línea de la Laudato si. Y salimos
de nuevo hacia Palencia. Teníamos por delante 23 horas de camino y quedaban 25
para que comenzase la celebración en la catedral de Palencia.
Llegasteis…
Apenas
dos horas antes de la celebración en la catedral de Palencia. Hasta ese
momento, y durante todo el fin de semana, cerca de 500 jóvenes scouts de toda
España habían estado reflexionando, entre otras cosas, sobre la necesidad de
desarrollar un espíritu crítico en la sociedad de hoy. La celebración fue
increíble. Entramos con la Luz, se fue nombrando a cada una de las delegaciones
y se la entregamos.
¿Qué significa esa Luz
que lleváis por toda España ahora?
Es
un mensaje de paz y de alegría en Navidad. Porque hay navidades que no son
alegres ni felices y les falta luz. En Nochebuena, quizá te falte gente o no
tengas grandes alimentos que llevar a la boca, pero puedes tener la esperanza
que trae la Luz de Belén; la Luz que viene de Belén, donde Jesús nació, te va a
acompañar y transformar tu Navidad. Porque no hay que olvidar que la Navidad es
celebrar que Dios ha nacido, que es esperanza todo el año.
Es también un aliciente
para vuestro grupos…
Nos
ayuda a seguir descubriendo la fe que, como he dicho, es uno de nuestro
pilares. Más aún durante la Navidad, cuyo sentido se ha desvirtuado
últimamente. Nos puede ayudar a que los más pequeños puedan conocer qué
significa esta Luz de Belén y a vivir una Navidad diferente.
Fran
Otero Fandiño
Fuente:
Alfa y Omega