Fue el Papa polaco quien
vio a esta nueva herramienta como “un nuevo foro para la proclamación del
Evangelio
Desde
su difusión masiva en la década de 1990, la internet ha sido objeto de debates
sobre su uso y repercusión como medio de comunicación; una discusión de la cual
no ha sido ajena la Iglesia,
que ve a esta herramienta como “un nuevo foro para proclamar el Evangelio”.
En
ese sentido, teniendo en cuenta que este 26 de noviembre se recuerda al
Beato Santiago
Alberione, patrono de internet, publicamos extractos de las enseñanzas de
la Iglesia a través de los tres pontífices que la han guiado desde la aparición
de la web.
Nuevas formas de evangelización
Si
bien la idea de una red interconectada de computadoras nació con un fin militar
durante la guerra fría, luego de la desaparición de la Unión Soviética y buena
parte de regímenes comunistas la red fue ingresando paulatinamente al uso
público; todo esto durante el pontificado de San Juan Pablo II.
En
ese sentido, fue el Papa polaco quien vio a esta nueva herramienta como “un
nuevo foro para la proclamación del Evangelio”, tal como indicó en su mensaje
para la 36°
Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales en 2002.
San
Juan Pablo II recordó que a lo largo de la historia de la evangelización, la
Iglesia “también ha tenido que cruzar muchos umbrales culturales”, siempre con
nuevas energías e imaginación, tal como ocurrió en “la era de los grandes
descubrimientos, el Renacimiento y la invención de la imprenta, la Revolución
industrial y el nacimiento del mundo moderno”.
En
ese sentido, indicó, lo mismo ocurre con la aparición de internet, “un nuevo
‘foro’” y una nueva frontera que como en otros tiempos “entraña también
peligros y promesas”.
“Aunque
internet no puede suplir nunca la profunda experiencia de Dios que sólo puede
brindar la vida litúrgica
y sacramental de la Iglesia, sí puede proporcionar un suplemento y un apoyo
únicos para preparar el encuentro con Cristo en la comunidad y sostener a los
nuevos creyentes en el camino de fe que comienza entonces”, señaló San Juan
Pablo II.
Un llamado a la generación
digital
Tras
asumir como Sucesor de Pedro en 2005, Benedicto XVI demostró
no ser ajeno a la nueva realidad en el mundo de las comunicaciones y estrenó el
12 de diciembre de 2012 la cuenta oficial de Twitter @pontifex, con la cual ingresó
a la Iglesia en el mundo de las redes sociales.
Además,
tres años antes, en su mensaje para la 43° Jornada
Mundial de las Comunicaciones Sociales, el entonces Pontífice aseguró que
las nuevas tecnologías son "un don” y alentó a los jóvenes, "la
generación digital", a hacer buen uso de ella para promover una cultura
del encuentro y anunciar al Señor Jesús.
Además
se dirigió a los creadores de contenidos. Indicó que “si las nuevas tecnologías
deben servir para el bien de los individuos y de la sociedad, quienes las usan
deben evitar compartir palabras e imágenes degradantes para el ser humano, y
excluir por tanto lo que alimenta el odio y la intolerancia, envilece la
belleza y la intimidad de la sexualidad humana, o lo que explota a los débiles
e indefensos”.
Benedicto
XVI invitó a los jóvenes católicos "a llevar al mundo digital el
testimonio de su fe”, especialmente a sus coetáneos, pues “ustedes conocen sus
temores y sus esperanzas, sus entusiasmos y sus desilusiones”.
Un don de Dios
Así,
siguiendo el camino trazado por sus predecesores, el Papa Francisco abordó la
realidad de internet en su mensaje para la 48° Jornada
Mundial de las Comunicaciones Sociales en 2014, al señalar que la web
“puede ofrecer mayores posibilidades de encuentro y de solidaridad entre todos;
y esto es algo bueno, es un don de Dios”.
Un
año antes, al recibir a los participantes en la Asamblea Plenaria del Pontificio Consejo
para los Laicos, Francisco explicó que se debe aprender a discernir “entre
las oportunidades y los peligros de la red” para poder “conducir a los hombres
al rostro luminoso del Señor”.
En
ese sentido, aseguró que la presencia de la Iglesia en la red es indispensable,
siempre con estilo evangélico, "para despertar las preguntas incesantes
del corazón sobre el sentido de la existencia e indicar el camino que conduce a
Aquel que es la respuesta, la Misericordia Divina hecha carne, el Señor Jesús”.
Fuente:
ACI Prensa