MANOS UNIDAS RECLAMA EL RESPETO A LA IDENTIDAD DE LAS POBLACIONES INDÍGENAS

Se enfrenta a los proyectos económicos que vulneran sus territorios y el medio ambiente y a la violación de derechos humanos

Soledad Suárez, presidenta de Manos Unidas,
con un grupo de indígenas Chortí de Chiquimula (Guatemala).
Foto: Marta Isabel González
La ONG católica Manos Unidas ha reclamado respeto a la identidad de las poblaciones indígenas, así como su derecho a la tierra. Desde su fundación se enfrenta a los proyectos económicos que vulneran el medio ambiente y los derechos humanos.

Este miércoles 9 de agosto se celebra el Día Internacional de las Poblaciones Indígenas, una fecha que para Manos Unidas es “muy importante”, ya que la ONG de Desarrollo de la Iglesia les lleva apoyando desde su fundación a través de proyectos de desarrollo.

Por ejemplo, Manos Unidas lleva casi 60 años apoyando a cientos de miles de personas de hasta 222 etnias de pueblos indígenas, tribales y nativas de todo el mundo con el objetivo de que se respete su identidad y sus derechos.

De hecho, ese trabajo le ha servido a la ONG para recibir de manos del rey Felipe VI el Premio Bartolomé de las Casas. En concreto, el galardón fue para el socio local de Manos Unidas en Colombia, la Fundación Caminos de Identidad (FUCAI).

Manos Unidas recuerda que en todo el mundo hay más de 370 millones de personas indígenas (más del 5%) repartidas por más de 70 países, que hablan más de 5.000 lenguas (el 75% de los idiomas conocidos) y cuya cultura y conocimientos han contribuido de manera “determinante” a la historia de la humanidad.

Pero también, la ONG denuncia que los indígenas se encuentran entre las poblaciones “más desfavorecidas y vulnerables”, ya que constituyen el 15% de los pobres del mundo y representan un tercio de las personas que viven en extrema pobreza en áreas rurales. 

Además, según Manos Unidas, las poblaciones indígenas “sufren rechazo, discriminación, abusos, invisibilización y desplazamientos forzosos” que, en los últimos años se han visto “acentuados por la globalización económica y los efectos del cambio climático”.

La ONG critica que, en muchos casos, “los pueblos indígenas ven su identidad y hasta su propia existencia amenazada”. También denuncia que esta situación la sufren, por extensión, “aquellas personas e instituciones que denuncian su realidad y defienden a los indígenas, hasta el punto de llegar a la persecución y a las agresiones e incluso, a la muerte”.

Para Manos Unidas, los principales desafíos a los que se enfrentan estas poblaciones son: en primer lugar, “los grandes proyectos económicos (agroindustria, recursos energéticos e infraestructuras) que se ejecutan en sus territorios y que suelen tener como resultado la degradación del medio ambiente del cual depende su supervivencia”. Y, en segundo lugar, “la violación de sus derechos humanos, sus territorios y su exclusión de los beneficios económicos”.

La mayor parte de los proyectos que Manos Unidas ha apoyado en relación a las poblaciones indígenas, tienen como objetivo la “protección de sus territorios y el respeto a su derecho a no ser contactados por otras personas”, como en el caso de tribus aisladas de la Amazonía.

La ONG también trabaja por “la salvaguarda de sus recursos naturales, hábitat y medio ambiente; su seguridad y soberanía alimentaria y su derecho a la alimentación, a la salud y a la educación”. Y acompaña a estas poblaciones para que “sean respetados y protegidos sus valores, creencias, tradiciones y modelos de producción sostenibles”.

Fuente: ReligionConfidencial