Confianza ante la pantalla
Hola,
buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ayer
me tocaba como trabajo diseñar en el ordenador, y la verdad es que me encanta.
Al hacer diseños nuevos, usamos mucho el zoom para que el ratón pueda tener más
precisión.
Pues
bien, a media mañana estaba trabajando una imagen cuando, de repente, me di
cuenta de lo que suponía el ratón del ordenador.
Yo
miraba fijamente a la pantalla y, sin apartar de ella los ojos, mi cerebro
manda un mensaje para que mi mano se mueva, desplace ratón y haga click donde
yo necesito. Lo curioso es que en ningún momento miro hacia el ratón, para
nada: me fío totalmente de que la cadena de "ojos en pantalla, mensaje a
mi mano, movimiento del ratón" va a funcionar.
En
un momento dado dejé de mirar a la pantalla y mire al ratón, dejando de
confiar. La conclusión fue que entonces no atinaba a dar en el lugar apropiado.
Me
daba cuenta de que así es mi vida y la tuya: todo es fácil hasta el momento de hacer
un acto de confianza, en el que tenemos que dejar que Cristo lleve nuestra
vida.
Lo
nuestro como hijos es tener los ojos puestos en la pantalla, y confiar en que
Él guía todo. Nuestra oración tiene que ser una oración con certeza de ser
escuchada, sabiendo que quien confía no será defraudado, sabiendo que Jesús
moverá el ratón de nuestra vida para que todo lo que ocurra sea para nuestro
bien.
¡Qué
fácil nos resulta confiar en el ratón! Y, ¿sabes por qué? Porque ya has
repetido ese acto de confianza mil veces, y sabes que siempre funciona.
Hoy
el reto del amor es dejar a Cristo llevar tu día. Confía en que Él te ama, que
todo lo que ocurra es para tu bien. La confianza en el Señor no es vivir a
oscuras, no; la confianza es saber que tu vida la lleva Él; que donde tú no
llegas, Él sí; que donde tú no puedes amar, Él quiere amar en ti... Hoy tendrás
ocasiones en que no entenderás por qué te ocurre lo que estás viviendo, en ese
momento haz un acto de confianza en que Él está en el control, mandando el mensaje
apropiado para que se mueva el ratón... tú no dejes de mirar a la pantalla.
VIVE
DE CRISTO
Fuente: Dominicas de Lerma