Las Naciones Unidas han
adoptado formalmente un tratado que prohíbe el uso de armas nucleares, hasta la
fecha las únicas sin un preciso documento que las prohíba
El
tratado ha sido aprobado por 122 Países, pero las potencias nucleares como los Estados Unidos y los
Países de la OTAN no
han participado en las votaciones, y han definido “ingenuos” e “inalcanzables”
los objetivos, sobre todo, en un momento en el que Corea del Norte amenaza con
lanzar misiles nucleares contra
otros territorios. Nuestro colega Fabio
Colagrande conversó con mons. Silvano Maria Tomasi, secretario delegado
del Dicasterio vaticano para el desarrollo humano integral:
Esta
votación, muy importante, es un nuevo paso en la búsqueda de la paz. Desde hace
unos años se estaba trabajando en esto por parte de algunos Estados, incluida
la Santa Sede, para llegar a prohibir no solamente el uso sino también la posesión
de armas nucleares. Este camino se inició con el encuentro de Viena de
noviembre de 2014, cuando con un mensaje del Papa Francisco se insistió que no
es más razonable hacer depender la seguridad de la posesión de armas nucleares;
adquirir y poseer armas nucleares o dispositivos explosivos nucleares ¡es
verdaderamente inaceptable! Y con este Tratado no se puede hacer más.
Preguntamos
a mons. Tomasi ¿Por qué la Santa Sede y también los obispos europeos, los
obispos norteamericanos, son contrarios al principio de disuasión que hasta
ahora ha siempre justificado la posesión de armas nucleares? ¿Por qué este
principio no es más válido?
Durante
la guerra fría, la disuasión fue aceptada como una solución para establecer un
equilibrio que previniese el uso práctico de las armas atómicas. Las
circunstancias han cambiado: no obstante el “Non Proliferation Treaty”, el
Tratado de No Proliferación, hay algunos Países que han sumado la bomba atómica
a sus arsenales, como Paquistán, India, Israel y ahora Corea del Norte. Tenemos
que tener en cuenta que esta amenaza recíproca de muerte no es el camino que
debe tomar la familia humana; el camino a seguir es aquel de la colaboración y
de buscar un diálogo permanente a través de estructuras internacionales
eficaces. La seguridad se garantiza con el diálogo y no con la fuerza.
RC
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