"La incomprensión que tiene la vida contemplativa está en relación con la incomprensión que hay a veces del Reino de los Cielos”
El
Obispo de la Diócesis de Río Cuarto en Argentina, Mons. Adolfo Uriona, expresó
que la Gracia de Dios que transformará el mundo es sostenida “fundamentalmente
desde la oración” que emana de lugares como el Monasterio de la Visitación de
Santa María, que acaba de cumplir 25 años de servicio.
El
25 de julio se celebró la Santa Misa por las
bodas de plata de la comunidad y Mons. Uriona aseguró que “el cambio en el
mundo lo hace la acción de la Gracia de Dios.
Evidentemente nos elige como
instrumentos y dentro de la Iglesia hay una
inmensa variedad de carismas y de trabajos. Pero, lo que en definitiva cambiará
la historia, es la Gracia de Dios que se sostiene fundamentalmente desde la
oración”.
Dado
lo anterior, la presencia de las hermanas en la diócesis “es como una especie
de pararrayos, que nos libra justamente de los rayos del mal a través de su
acción contemplativa y orante”.
“No
todas las diócesis lo tienen y la vida contemplativa
es necesario mirarla siempre desde una perspectiva de fe, porque no es fácil de
comprender”, agregó.
“La
gente se pregunta, ahora que todo se calibra por la efectividad de las cosas de
este mundo, por qué las hermanas están ahí encerradas, por qué no salen a
dar catequesis o
trabajos pastorales. Justamente, esa incomprensión que tiene la vida contemplativa
está en relación con la incomprensión que hay a veces del Reino de los Cielos”.
Mons.
Uriona dijo que la “acción orante la hacen a través del sufrimiento ofrecido de
la rutina cotidiana. No es fácil estar dentro de estos muros, todos los días,
con las mismas personas rezando con un horario muy reglado. Todo esto exige de
un ofrecimiento por el bien del Pueblo de Dios”.
“Ese
ofrecimiento se hace con el misterio de la comunión de los santos y por los
méritos de Jesucristo en la Cruz y llega a
cada uno de nosotros, a nuestra diócesis, la Iglesia y el mundo entero”.
La
celebración de las bodas de plata (25 años) de las Hermanas del Monasterio de
la Visitación de Santa María de Río Cuarto, comenzó el 22 de julio con la
adoración al Santísimo Sacramento y la Santa Misa diaria.
En
cada jornada se pidió por las hermanas fundadoras y las que han fallecido; por
los hermanos de la orden; los benefactores, socios y amigos de la comunidad;
por el Obispo de Río Cuarto, los sacerdotes y la vida consagrada.
La
Madre Superiora de la Orden
de la Visitación de Santa María, Hna. Inés de Jesús Ramos explicó a
comunicaciones de la diócesis que su carisma salesiano se refleja en una vida
“contemplativa enraizada en el Evangelio, en la sencillez y humildad como María
lo vivió en su ministerio de la Visitación”, explicó.
“La
‘visitanina’ vive esto desde su claustro orando por el mundo y entregándose por
las intenciones que le confía la gente y desde el claustro tratamos de sostener
a la Iglesia con nuestra oración, con la vivencia propia, desde nuestra
espiritualidad, desde el silencio y dar así testimonio de Cristo”.
Asimismo,
junto con pedir oración por la construcción de su nuevo monasterio, la
religiosa animó a “no temer acercarse” a la vida contemplativa que es muy
distinta a como la consideran las personas.
“Se
piensa que son mujeres encerradas, que no hacen nada y que están tristes. Eso
no es así, somos alegres, vivimos contentas, nos gusta servir al Señor en la
vocación que Él nos dio y nos gustaría tener más jóvenes que conozcan y vivan
felices para el Señor”.
Por Giselle
Vargas
Fuente:
ACI