Director de la Oficina de
prensa por 22 años, fue una figura clave en ese pontificado, el primer laico y
no italiano a ocupar ese cargo
Joaquín
Navarro-Valls, director de la Sala de prensa de la Santa Sede durante el
pontificado del papa Juan Pablo II, falleció hoy en Roma a los 80 años,
debido a un cáncer de páncreas, en su residencia, acompañado por los fieles de
la prelatura del Opus Dei con quienes vivía.
En
1984, san Juan Pablo II le nombró director de la Oficina de prensa del
Vaticano. Desde entonces, su figura ha estado asociada a la del Papa Wojtyla
hasta su muerte en 2005, y después también a la de Benedicto XVI, con quien
siguió desempeñando el mismo cargo durante los quince primeros meses de su
pontificado. Fue el primer laico y el primer no italiano a ocupar este cargo.
Modernizó
el sistema de información de la Santa Sede, ganando en transparencia y
cercanía, y protagonizó hitos de la historia de la Iglesia, como cuando viajó a
La Habana en 1998 para negociar directamente con Fidel Castro los detalles del
histórico viaje de Juan Pablo II a Cuba. Ha sido miembro de las Delegaciones de
la Santa Sede en las Conferencias Internacionales de las Naciones Unidas en
Cairo (1994), Copenhague (1995), Pekín (1995) y Estambul (1996).
Cuando
era presidente de la Asociación de la Prensa Extranjera en Italia en 1983 y
1984 fue llamado por el Vaticano. Antes, desde 1977 a 1984 fue corresponsal del
diario ABC para Italia y el Mediterráneo Oriental (Egipto, Grecia, Israel,
Argelia, Turquía).
Se
graduó “summa cum laude” en Medicina y Cirugía en 1961 y asistió a cursos de
doctorado en Psiquiatría. También realizó estudios de posgrado en
la Universidad de Harvard, en los Estados Unidos. Además, enseñó en la
Facultad de Medicina como profesor asistente. En 1968, se licenció en
periodismo, y en ciencias de la comunicación en 1980. Dominaba el español, el
inglés, el francés y el italiano, y fue autor de más de un centenar de libros.
Ha recibido numerosos premios periodísticos y ha sido distinguido con varios
Doctorados Honoris Causa.
A
inicios de los años 70 se trasladó a Roma, y colaboró con san Josemaría Escrivá
en las tareas de comunicación del Opus Dei, donde le tocó informar del
fallecimiento del fundador (26 de junio de 1975) y de la elección del sucesor,
el ahora beato Álvaro del Portillo. Años más tarde, días antes de la
canonización del fundador del Opus Dei, escribía estas palabras en el
Osservatore Romano: “Josemaría Escrivá nos hace ver que el santo no se mueve en
un mundo de sombras y de apariencias, sino en este mundo nuestro de realidades
humanas y concretas, en el que hay un ‘algo divino’ que ‘está ya ahí’ esperando
que el hombre sepa encontrarlo”.
En
los años sesenta, fue secretario de la Delegación del Opus Dei en Barcelona y
colaboró generosamente en la puesta en marcha de diversas iniciativas
apostólicas, sociales y educativas, en Cataluña y Aragón. Los directos
promotores del Colegio Xaloc, en L’Hospitalet de Llobregat, la ciudad más
populosa del cinturón obrero de Barcelona, no han dejado de poner de relieve
cuánto deben al impulso tenaz y optimista que recibieron, en aquellos primeros
momentos, de Joaquín Navarro-Valls. También fue uno de los impulsores del
inicio de la labor formativa con familias en la ciudad de Tarragona.
En
la web del Opus Dei indican que el velatorio tendrá lugar a partir de mañana a
las 16 h. en la sacristía de la basílica de Sant’Eugenio (viale delle Belle
Arti 10, Roma). El funeral será celebrado por Mons. Mariano Fazio, vicario
general de la prelatura del Opus Dei, el viernes 7 de julio a las 11 h.
SERGIO MORA
Fuente:
Zenit