Cardenal Peter
Turkson, pidió un mayor compromiso a la comunidad internacional para garantizar
los derechos de los trabajadores del mar
«Encomiendo
a los marineros, a los pescadores y a cuantos se encuentran lejos de casa, a la
protección maternal de María, Estrella del mar», tuiteó el Papa Francisco en el día en que se celebra el
Domingo del Mar.
Y
el Prefecto del Dicasterio para el Servicio del
Desarrollo Humano Integral, Card. Peter Turkson, alienta con un Mensaje el Apostolado del Mar,
en especial en el Domingo del Mar, en el que «se nos invita a reconocer y a
expresar nuestro agradecimiento a esta fuerza laboral compuesta por más de 1,5
millones de marinos (que en su gran mayoría proceden de países en vías de
desarrollo). Gracias a su duro trabajo y a los sacrificios que hacen, nuestra
vida es más cómoda puesto que transportan, de un país a otro y por los siete
mares, casi el 90% de las mercancías».
Destacando
que «aunque su aportación es esencial para la economía del mundo globalizado», se
subraya que «son muchas las dificultades y los retos a los que se tienen que
enfrentar estas personas y que afectan su vida y su dignidad».
Retos
y dificultades como son la lejanía de las gentes del mar de sus familias; la
amenaza creciente del terrorismo y las medidas que se adoptan en algunos lugares
y la amenaza de la piratería, si bien ésta haya disminuido en los últimos años.
Invitando
a «centrar nuestra atención en los pescadores y
en la pesca, que serán el tema central del XXIV Congreso Mundial que
se celebrará en Kaohsiung – Taiwán, el próximo mes de octubre», se subraya que
«al igual que los marinos, los pescadores transcurren mucho tiempo en el mar, a
menudo a bordo de pesqueros que no están en condiciones de navegar, por lo que
su profesión es considerada una de las más
peligrosas del mundo y sin embargo no gozan de los mismos
derechos que los marinos, es decir, sueldos y beneficios netamente inferiores. El sector pesquero está plagado de casos de
trata de seres humanos, de trabajo forzoso y de pesca ilegal, no declarada y no
reglamentada (INDNR)».
Exhortando
a impulsar especial atención a las familias de los marinos, el mensaje invita a
poner en marcha y respaldar la creación de grupos de apoyo.
Poniendo
en guardia contra el uso de las redes sociales que «le permite a la tripulación
estar conectada con muchas personas en todo el mundo, pero a la vez, vivir
desconectados y aislados los unos de los otros cuando están a bordo, porque
cada uno vive aislado en el mundo virtual en el que busca refugio durante su
tiempo libre», el Mensaje destaca la importancia de la «conexión humana» y de
la «comunicación humana» entre los miembros de las tripulaciones, «para evitar
la soledad, el aislamiento y la depresión, que podrían llevar al suicidio, que
según un reciente estudio publicado en Gran Bretaña por el P&I Club es la
principal causa de muerte entre la gente de mar».
Para
concluir, el Mensaje invita a pedir a «María,
Estrella del Mar, que apoye nuestro servicio y dedicación a los marinos,
pescadores y a sus familias, y que proteja a toda la gente de mar hasta que
lleguen al “puerto seguro” del cielo».
CdM
Radio
Vaticano