El brindar cuidados y acompañamiento, testimoniado en el día a día
compartido con tantas personas enfermas es una riqueza inestimable para toda la
sociedad
El Papa
Francisco alentó
a la Liga Italiana para la Lucha contra los Tumores en el compromiso para impulsar la
prevención al alcance de todos, el acompañamiento de los pacientes y de sus
familiares, el voluntariado y la colaboración entre la comunidad eclesial y la
civil.
«Hay tanta necesidad de difundir una cultura de
la vida, hecha de actitudes y comportamientos. Una verdadera
cultura popular, seria, accesible a todos, que no se base en intereses
comerciales».
Reiterando
la importancia de la colaboración con el voluntariado, en las estructuras
sanitarias públicas y privadas, asistiendo a los enfermos y a las familias el
Papa señaló la sintonía con la comunidad eclesial:
«Porque
ella está llamada por vocación y misión a vivir el servicio al que sufre y a
vivirlo según el binomio típicamente cristiano de la humildad y del silencio».
Ante
la marginación causada por la enfermedad y los cuidados oncológicos, el Santo
Padre recordó asimismo la responsabilidad de cada uno, en especial de los
cristianos, de salir al encuentro de los que sufren:
«‘Periferia’,
en efecto, es todo hombre y mujer que vive una condición de marginación;
periferia es toda persona obligada a vivir al margen de la sociedad y de las
relaciones, sobre todo cuando la enfermedad quiebra los ritmos acostumbrados,
como es el caso de las patologías oncológicas. Es la periferia la que llama en
causa la responsabilidad de cada uno de nosotros, porque todo cristiano, al
igual que todo hombre animado por el anhelo de verdad y de bien, es un
instrumento consciente de la gracia»
El
brindar cuidados y acompañamiento, testimoniado en el día a día compartido con
tantas personas enfermas es una riqueza inestimable para toda la sociedad:
«Recuerda
a toda la comunidad civil y eclesial que no hay que temer la proximidad, no hay
que temer la ternura, no hay que temer ‘el perder el tiempo’ con lazos que
ofrecen y acogen sostén y conforto recíproco, espacios de solidaridad
auténticos y no formales».
Antes
de concluir su discurso, el Papa subrayó la importancia del acceso a la salud y
a la prevención:
«Me
permito subrayar que, puesto que la salud es un bien primario y fundamental de
toda persona, es de esperar que la prevención oncológica pueda extenderse a
todos, gracias a la colaboración entre los servicios públicos y
privados, las iniciativas de la sociedad civil y aquellas caritativas. De este
modo, con vuestra específica contribución, también en este sector podremos
lograr que nuestras sociedades sean cada vez más inclusivas».
Con
su agradecimiento por este encuentro, antes de su bendición, el Obispo de Roma
encomendó el compromiso de los miembros y voluntarios de Liga Italiana para la
Lucha contra los Tumores, junto con todas las personas enfermas que atienden, a
la maternal protección de María Santísima, Salud de los Enfermos.
CdM
Radio
Vaticana