El
amor todo lo cree
Hola,
buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ayer
me pasé la tarde en el locutorio, escuchando un testimonio. La verdad es que es
un gran regalo del Señor ver el interior de las personas, poder tocar su alma y
descubrir la acción del Señor sobre ellos.
Al
dedicar tiempo a escuchar, me doy cuenta de que dentro de nosotros tenemos dos
baúles: uno, el baúl de la acogida agradecida; y otro, el baúl del menosprecio.
Cuando
escuchas a alguien, en tu interior analizas sus palabras y las clasificas,
"almacenándolas" en esos baúles.
Si
lo que te dicen lo metes al baúl de la acogida agradecida, cuando más tarde
vuelvas a él, encontrarás en su interior cosas positivas y alentadoras de la persona.
En el baúl encontrarás frases de cariño y atributos con los que tú has definido
a esa persona (como sincero, trabajador, inteligente, religioso...). En
realidad, cuanto más lleno tengas este baúl, más vas a querer a la persona y
más agradecido vas a estar.
También
tenemos el baúl del menosprecio y, porque somos muy humanos, este baúl solemos
tenerlo muy lleno. En él metemos lo que nos molesta de la otra persona, lo que
nos impacienta, lo que nos frustra, sentimientos heridos de desilusión, todos
los fracasos con él o ella... van a parar a este baúl.
Y
es a estos dos baúles a los que acudimos cuando queremos recordar a una
persona.
He
estado dándole vueltas a esto de los dos baúles en la oración, comentándolo con
Jesús... y, mirándole a Él, me doy cuenta de que el Amor conoce el baúl del
menosprecio, y no niega que existe; sin embargo, elige no vivir en él. Jesús
decide creer en lo mejor de las personas, afrontar todo y seguir adelante.
Es
el momento de usar el baúl de la acogida agradecida, de instalarte en él.
Pídele a Jesús que te regale su mirada de amor para creer en las personas y
poder vivir desde el Amor.
Hoy
el reto del amor es frenar los pensamientos negativos y cerrar el baúl del
menosprecio. Esto es fundamental para aprender a guiar a tu corazón hacia el
amor de verdad. Es una decisión que tomas tú para poder vivir en el baúl del
amor. Hoy, cuando te vengan cosas negativas de una persona, entregárselas a la
cruz de Cristo y pídele ver lo bueno. Al acabar el día, coge un papel, haz dos
columnas, y escribe en una de ellas todo lo bueno, y la otra... déjala en
blanco. No escribas, tan sólo dibuja una Cruz. Con Cristo es posible apostar
por el amor. No merece la pena vivir en el no, vive en el sí.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma