Diversos organismos
financieros como el Banco Interamericano de Desarrollo y otros fondos
internacionales que apoyan a los países en vías de desarrollo, “ponen muchas
veces como condicionante la legalización del aborto”
Un
país como Paraguay, en el que el aborto está
penalizado en todos sus casos, debe enfrentar seria presiones internacionales
para cambiar su legislación, que van desde manipulación de casos de embarazos
vulnerables hasta amenazas de tipo económico.
Para
Marcela Bordón, abogada y activista provida en Paraguay, lo que busca el lobby
del aborto “es cambiar una cultura, la mentalidad de las personas manipulando
la realidad y las necesidades”.
Bordón
explicó a ACI Prensa algunos elementos para comprender la estrategia del lobby
abortista para lograr ingresar en un país provida y modificar sus leyes.
Buscar un ‘caso
emblemático’
Bordón
explicó que el lobby del aborto busca siempre un “caso emblemático” de embarazo
vulnerable para poder manipularlo a su favor y presentarlo como un referente
ante los organismos internacionales.
En
Paraguay, por ejemplo, ocurrió en 2015 con el caso de una niña de 11 años que
era abusada por su padrastro y luego de reiterados abusos quedó embarazada.
“Las
ONGs abortistas lo primero que hicieron fue acercarse a la madre, que estaba
bastante conmocionada, y la manipularon para que firme un documento en el que
dejaba que estas organizaciones la representen exigiendo al estado paraguayo
que le permita abortar”.
Los
abortistas llevaron el documento firmado a la Corte Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH), que le envió al estado paraguayo “una especie de intimidación
de que informe acerca del verdadero estado de salud de la niña y que le permita
abortar”.
El
estado paraguayo “respondió conforme a su Carta Magna: primero que nada no
vamos a autorizar ninguna injerencia de un organismo internacional que nos diga
qué hacer. Segundo: el derecho a la vida es
un derecho constitucional y ambas vidas se van a proteger”.
“Tercero:
la niña está bien, se le está conteniendo y no tenemos ninguna obligación de
estar publicitando o exponiendo su integridad, porque ella va a seguir viviendo
y tiene que tener una vida normal”.
Pese
a que “la madre de la niña desmintió haber pedido el aborto, el lobby siguió
presionando porque en realidad no les importaba ella sino un caso emblemático
que manipular”.
Presión económica
La
abogada explicó que diversos organismos financieros como el Banco
Interamericano de Desarrollo y otros fondos internacionales que apoyan a los
países en vías de desarrollo, “ponen muchas veces como condicionante la
legalización del aborto”.
“Las
organizaciones abortistas consiguieron con el tiempo que para que un país sea
realmente respetuoso de los derechos humanos tiene que ir viendo la forma de
legalizar el aborto”, explicó Bordón.
“En
Paraguay, por ejemplo, somos un país pequeño y necesitamos mucho apoyo de los
organismos internacionales para desarrollarnos. Sin embargo, una de las condicionantes
siempre es modificar las leyes sobre el aborto para seguir contando con el
visto bueno del sistema internacional de derechos humanos”, señaló.
Se
trata de una presión monetaria, ya que en el aborto “todo gira en torno al
dinero”.
Manipular el discurso para
“empoderar” la mujer
De
otro lado, el lobby del aborto “manipula el discurso de empoderamiento de la
mujer y así es muy fácil confundir a la gente y hacer creer que el aborto es
casi la única forma de empoderarla”.
Si
se tomaran en serio este discurso, “deberían también presionar por un sistema
de salud eficiente para la madre que sí quiere tener a su hijo, además de un
trabajo seguro, una mejor educación, etc”.
Con
esto, lamentó la experta, “el discurso de empoderamiento de la mujer se vuelve
un discurso casi de moda y en realidad la gente no lo está analizando”.
Para
enfrentar esta realidad, Bordón destacó la importancia de “vincular a los
jóvenes con la realidad social, la desigualdad, la pobreza y el derecho a la
vida como un derecho fundamental”.
“Los
países de América Latina tenemos que vincularnos con la realidad, confrontarla,
acompañar y tratar de ayudar a esas personas a salir de la pobreza, porque son
la población más manipulada”, sostuvo.
“Ahondando
en un sentido crítico de los jóvenes podemos hacer frente a una cultura de la
muerte”, concluyó
Por Bárbara
Bustamante
Fuente:
ACI Prensa