"Si los afirmamos en
los géneros cambiantes, en realidad estamos siendo desobedientes a Cristo,
porque eso no es lo que son. Los hizo hombre y mujer”
Hay
pocos ministerios católicos que ayudan en particular a aquellos que luchan con
la transexualidad y la disforia de género. Uno de ellos es Courage, la pastoral
de Iglesia para
personas que experimentan atracción por el mismo sexo y que también aborda el
tema de la transexualidad, a nivel internacional.
"A
medida que la atención y la conciencia de esta experiencia ha crecido, estamos
viendo más esfuerzos regionales y nacionales para responder de una manera fiel
a la comprensión católica de la persona humana y el cuidado de Dios para
todos", dijo al respecto un portavoz de la Oficina de Asuntos Públicos de
la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB).
Walt
Heyer, una persona que sufrió disforia de género en la infancia, se “cambió de
sexo” siendo ya adulto, y luego logró superar su problema de transexualidad,
dijo a ACI Prensa que la Iglesia debe desafiar
con suavidad pero con firmeza a la gente, en lugar de afirmarlos en su disforia
de género.
"Si
los afirmamos en los géneros cambiantes, en realidad estamos siendo
desobedientes a Cristo, porque eso no es lo que son. Los hizo hombre y mujer”,
aseguró Heyer.
También
dijo que los sacerdotes y los que están en el ministerio en la Iglesia
necesitan estar mejor informados sobre las consecuencias físicas y emocionales
a largo plazo de la cirugía de cambio de sexo.
"Porque
no estamos hablando de las consecuencias. Solo estamos hablando de la
transición, que se ve bien entre 8 a 10 años", pero que –asegura– en
ese punto muchas personas desean volver a su sexo original.
Por
su parte, el portavoz de la USCCB afirmó que las 75 diócesis de Estados Unidos
que tienen sus ministerios locales de Courage para acompañar a aquellos con
atracción por el mismo sexo, también están "en una buena posición para
ayudar a las personas que tienen preguntas con respecto a su identidad sexual”.
“La
respuesta católica es un retorno a la verdadera antropología –hombre y mujer
los creó– para comprender que nuestra biología y nuestra psicología no son
cosas separadas, para de esta manera, fomentar el desarrollo de un plan de
estudios de la naturaleza humana que sea consistente con una verdadera
antropología”, explicó el portavoz de la USCCB.
El
P. Philip Bochanski, director ejecutivo de Courage International, dijo que la
organización continuará discerniendo cómo servir mejor a las personas
transexuales y sus familias.
"Parece
que hay algunas similitudes entre la experiencia de la confusión acerca de la
identidad sexual y la experiencia de atracción por el mismo sexo, pero también
hay muchas diferencias", dijo.
Mientras
tanto, prosigue el sacerdote, el ministerio de divulgación para los padres,
llamado EnCourage, ya está activamente comprometido en ayudar a los padres y
miembros de la familia de
aquellos con atracción del mismo sexo, o personas transexuales, para mantener
fuertes lazos familiares, al mismo tiempo mantener su comprensión de la fe.
En
una reciente conferencia para Courage, Patrick Lappert, diácono permanente y
cirujano plástico, se dirigió al clero y a los líderes del ministerio. En su
charla, se refirió al historial médico de las cirugías a transexuales, así como
a la terminología utilizada cuando se trata el tema.
“Es
importante que los que están en el ministerio estén bien versados en el tema,
tanto desde un punto de vista catequético como desde un punto de vista médico y
secular”, dijo el Dr. Lappert a ACI Prensa.
"Uno
de los peligros en el tema es que la ignorancia hace que la gente responda de
maneras inútiles: a veces en cólera, confusión, repulsión, todo tipo de cosas
emocionales que no sirven a nadie y ciertamente no sirven a la Iglesia",
añadió.
El
Dr. Lappert dijo que también es importante que los sacerdotes y los
líderes de la Iglesia tengan buenas relaciones de trabajo con psicólogos y
psiquiatras que compartan una visión antropológica cristiana de la persona
humana y que no alienten a las personas en su disforia de género.
Por
su parte, el Dr. Bottaro dijo “que los sacerdotes son cada vez más conscientes
de la necesidad de que, cuanto más volátil sea la situación, más evidente y
urgente es la necesidad de la salud mental desde una perspectiva
católica".
El
especialista dijo que Courage es un buen lugar para comenzar en lo que respecta
al ministerio, porque tienen la "experiencia para sortear la brecha".
“Pero
el tema de la transexualidad se extiende más allá de aquellos que luchan con la
disforia de género. Es una cuestión cultural aún más que psicológica, y debe
abordarse en los niveles de la educación y la vida familiar mejorada y la catequesis. También
debe abordarse individualmente”, agregó.
"A
lo largo del proceso de discernimiento y cuidado pastoral tanto para las
personas con atracción por el mismo sexo como con disforia de género, lo más
importante es recordar el fundamento de la identidad de todos: el ser creados a
la imagen y semejanza de Dios el Padre, y de ser llamados a participar en la
gracia de Dios como sus hijos e hijas”, concluyó el P. Bochanski.
Transexualidad e infancia
Por
el momento, dice el Dr. Bottaro, la mayor preocupación con respecto a la
popularización y normalización del transexualismo es el efecto que está
teniendo en los niños.
"Con
los niños, es realmente importante reconocer que su desarrollo sexual es frágil,
y que la influencia de lo que es popular en la cultura necesita ser fuertemente
filtrada, estudiada y entendida", dijo.
No
solo la Iglesia está preocupada por los efectos de la transexualidad en los
niños. En un artículo titulado "La ideología del género daña a los
niños", el Colegio Americano de Pediatras estableció razones específicas
de su preocupación ante la popularización y normalización de la transexualidad
entre niños.
"La
creencia de una persona de que él o ella es algo que no son es, en el mejor de
los casos, un signo de pensamiento confuso. Cuando un niño biológicamente sano
siente que es una niña o una niña sana biológicamente cree que es un niño,
existe un problema psicológico objetivo que se encuentra en la mente y no en el
cuerpo, y debe ser tratado como tal. Estos niños sufren de disforia de
género", dijo el grupo en un artículo.
Alentar
a un niño a pensar que "toda una vida de suplantación química y
quirúrgica del sexo opuesto es normal y saludable es abuso infantil",
detallaron.
"Así
que mientras hay anomalías biológicas (niños nacidos con genitales ambiguos o
un cromosoma extra), ciertamente no son circunstancias para construir sistemas
filosóficos, por lo que los vemos como anormalidades y anomalías", explicó
el Dr. Bottaro.
Traducido
y adaptado por Diego López Marina.
Publicado
originalmente en CNA.
Fuente:
ACI Prensa