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| El arzobispo de Valladolid y presidente de la CEE, Luis Argüello, en una imagen de archivo. |
El arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, ha asegurado este viernes en
Ávila que la causa de canonización de Isabel la Católica «sigue en marcha y
activa», y que «es momento de seguir
impulsándola, cultivando la devoción y profundizando en el conocimiento de
su vida y virtudes».
Argüello
ha situado la figura de la Reina Católica en el contexto de la evangelización del Nuevo Mundo,
recordando que «su intención, expresada en su testamento, fue considerar a los
indígenas como súbditos de la Corona con los mismos derechos que los
de Castilla». «No es vano –ha añadido– hizo
devolver a Hernán Cortés a los primeros indígenas que trajo como
esclavos, diciendo: 'No son esclavos, sino súbditos de mi reino'».
El arzobispo de Valladolid ha defendido que
Isabel promovió una visión profundamente humana y cristiana, que dio origen a una nueva civilización: «El mestizaje, que algunos critican hoy desde lecturas colonizadoras, fue
en realidad una de las grandes aportaciones de la presencia española en América».
El prelado impartió una conferencia sobre este
proceso en el marco del 'II Ciclo de Conferencias «Promoción Política y
Cultural. Personas e Instituciones en la época de Isabel la Católica',
organizado por la Universidad Católica de Ávila. Argüello recordó que el proceso, promovido por
la Archidiócesis de Valladolid –diócesis actora por haber fallecido la Reina en Medina del Campo–, «culminó con un estudio histórico que fue
aprobado por Roma a comienzos de los años 90». Sin embargo, ha explicado que la
Secretaría de Estado aconsejó entonces «una pausa por razones de prudencia
política», pero sin clausurar la causa.
El arzobispo ha destacado que Isabel –nacida en
la localidad abulense de Madrigal de las
Altas Torres– fue «una mujer de fe y de
gobierno, una figura política, y eso siempre conlleva valoraciones
diversas». Por ello, ha insistido en la importancia de «cultivar la devoción y
divulgar su vida», convencido de que «sus virtudes pueden ser reconocidas por
la Iglesia para su beatificación y canonización».
También
ha subrayado la colaboración entre las diócesis de
Valladolid, Ávila y Granada, así como el deseo de vivir este proceso «en
relación con las Iglesias iberoamericanas», como recoge Ical. Ha recordado, en
este sentido, la reciente participación conjunta con el obispo de Ávila en un
congreso en Bogotá, donde comprobaron «el reconocimiento
popular que Isabel suscita todavía hoy en América».
Por último, Argüello ha señalado que la pasión
de Isabel fue llevar el Evangelio a quienes no lo conocían, y ha advertido
contra el riesgo de juzgar con criterios actuales las decisiones de hace cinco
siglos: «Isabel actuó en el contexto de su tiempo, con la fe y la convicción de
que la evangelización debía ser también promoción humana. Hoy debemos
redescubrir ese testimonio con mirada creyente y
agradecida».
Fuente: El Debate
