El decreto indica como
razón que a menudo falta la “responsabilidad de transmitir la fe con el
testimonio de vida” entre los
elegidos
El
Obispo de Melfi-Rapolla-Venosa, Mons. Gianfranco Todisco, ha sorprendido con la
drástica decisión de eliminar por tres años, mediante un decreto ad
experimentum, los padrinos y las madrinas de Bautismo y Confirmación. El
decreto indica como razón que a menudo falta la “responsabilidad de transmitir
la fe con el testimonio de vida”
entre los elegidos.
En
el decreto, firmado en octubre de 2016 pero difundido en los últimos días, el
Obispo explica que los párrocos de su jurisdicción no pueden garantizar la
idoneidad de los candidatos a padrinos que presentan los feligreses.
“Muchos
padrinos y madrinas, pese a ser buenas personas, no tienen plena conciencia del
papel que deben desarrollar testimonio de la fe porque son elegidos con
criterios familiares, amicales o sociales”, indica el decreto.
Ante
la polémica decisión, Mons. Piero Amenta, Prelado Auditor del Tribunal de la
Rota Romana, declaró a ACI Stampa (agencia italiana del Grupo ACI), que según
el Código de Derecho Canónico la presencia del padrino o la madrina “no es del
todo necesaria ni del todo indispensable”.
El
punto 872 del Código de Derecho Canónico establece que “en la medida de lo
posible, a quien va a recibir el bautismo se le ha de dar un padrino, cuya
función es asistir en su iniciación cristiana al adulto que se bautiza, y,
juntamente con los padres, presentar al niño que va a recibir el bautismo y procurar
que después lleve una vida cristiana congruente con el bautismo y cumpla
fielmente las obligaciones inherentes al mismo”.
Según
Mons. Amenta, el Obispo de Melfi utiliza un decreto que “suspende la vigencia
del canon, que por otro lado ya relativizaba la figura del padrino y de la
madrina”, sin embargo el experto de la Rota considera que la decisión podría
confundir.
En
su opinión, “hubiese sido mejor una carta a todo el clero en la que el Obispo
hubiera podido explicar que, así como el canon lo hace facultativo, se ha
tomado la decisión de evitar los padrinos al menos para garantizar una
uniformidad de comportamiento de parte de los párrocos”.
Mons.
Amenta está de acuerdo con la necesidad de decisiones valientes para renovar la
pastoral sacramental pero se pregunta si la suspensión de los padrinos sea la
solución adecuada.
Según
el experto, se debería buscar “conferir el sacramento del Bautismo y de la
Confirmación pidiendo también a los padres un tipo de recorrido de fe. Tener
también la valentía de rechazar un sacramento si se dan cuenta de que la familia en la que
crecen los niños y jóvenes no está en grado de transmitir ni si quiera un vago
sentido de la fe”.
Fuente:
ACI Prensa