Líderes de distintas confesiones se han
unido a la multitudinaria manifestación contra el aborto celebrada en
Washington
La Marcha por la Vida, que
se celebra anualmente en Washington desde que en Estados Unidos se legalizara
el aborto hace 44 años, ha reunido a cientos de miles de personas, sobre todo a
jóvenes. El Papa Francisco envío una carta de apoyo a los participantes en la
que se mostraba profundamente agradecido “por este impresionante testimonio de
la sacralidad de la vida humana”.
El pasado 27 de enero se celebró la 44ª Marcha
por la Vida y contra el aborto. En Estados Unidos son abortados
todos los años, más de un millón de bebés. Esta convocatoria ha contado por
primera vez en la historia con un vicepresidente norteamericano: Mike Pence
quien aseguró en su discurso que “la vida está ganando en Estados Unidos”, y
señaló que el gobierno del país no descansará “hasta restaurar la
cultura de la vida en Estados Unidos para nosotros y la posteridad”, recoge
Aciprensa.
Pero esta no ha sido una manifestación únicamente
secundada por el gobierno de Donald Trump. Líderes de distintas confesiones
religiosas se han unido a esta concentración en la que participan miles de
familias y que está respalda por los obispos norteamericanos.
El Papa Francisco también bendijo esta marcha.
A través de un mensaje que fue leído por el Nuncio Apostólico en Estados
Unidos, Mons. Christoph Pierre, el Santo Padre envió su bendición a los
manifestantes y expresó su deseo de que “este evento, en el que muchos ciudadanos
estadounidenses se manifiestan en nombre de los más indefensos de nuestros
hermanos y hermanas, contribuirá a una movilización de las conciencias
en defensa del derecho a la vida y a medidas efectivas para
asegurar su adecuada protección legal”.
La carta recuerda además lo que señala el Pontífice en
la exhortación Apostólica Amoris Laetitia cuando afirma que es “tan
grande el valor de una vida humana, y es tan inalienable el derecho a la vida
del niño inocente que crece en el seno de su madre, que de ningún modo
se puede plantear como un derecho sobre el propio cuerpo la
posibilidad de tomar decisiones con respecto a esa vida”.
Vidas
capturadas en las ecografías
El Cardenal Timothy Dolan, Presidente del Comité para
Actividades Provida de la Conferencia de Obispos Católicos de
Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés) y Arzobispo de Nueva York,
participó en la oración inicial del evento acompañado de otros líderes
religiosos.
Por su parte, el cardenal Donald Wuerl, arzobispo de
Washington, resalta en su blog algo que le resulta alentador: “El
gran número de estudiantes de secundaria y universitarios que participan” en
esta Marcha por la Vida. El cardenal también pone de manifiesto que esta
generación próvida no tiene ninguna duda de que eran un ser humano vivo en el
vientre de su madre pues sus vidas han sido capturadas en ecografías antes de
que nacieran.
Congelar la
financiación a Planned Parenthood
Durante su participación en la Marcha por la Vida, el
congresista Chris Smith señaló que “el lugar más peligroso hoy en Estados
Unidos para una niña o un niño no nacido es una instalación de Planned
Parenthood, que destruye un niño no nacido cada dos minutos y ha matado más de
7 millones de bebés desde 1973 en la capital americana, una cifra más de 10
veces mayor que “toda la población de Washington D.C.”, indicó.
Por su parte, la senadora Joni Ernst anunció que la
próxima semana presentará un proyecto de ley “para redirigir la
financiación federal de Planned Parenthood a verdaderos centros de cuidado de
la salud de mujeres”.
Fuente: ReligionConfidencial