Señaló que cuando la persona siente que vive como un “sonámbulo” y
que está haciendo las mismas cosas sin pensar demasiado en ellas, es necesario
tener un “nuevo inicio, un renovado comienzo”
El Arzobispo de Los Ángeles
en Estados Unidos, Mons. José Gómez, alertó ante el hecho de que algunos
católicos viven el Adviento como “sonámbulos” o aletargados,
haciendo las cosas sin pensar, ante lo cual este tiempo de preparación para la Navidad permite “renovar nuestra conciencia de
la presencia de Dios en nuestras vidas”.
En su reciente columna
titulada “Despertar y hacernos conscientes de la presencia de Dios”, el también
Vicepresidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, señaló
que cuando la persona siente que vive como un “sonámbulo” y que está haciendo
las mismas cosas sin pensar demasiado en ellas, es necesario tener un “nuevo
inicio, un renovado comienzo”.
El Prelado indicó que en las
primeras semanas del Adviento las lecturas hablan sobre “despertar” y estar
“alertas”. Hay una razón para ello. En este tiempo litúrgico “la Iglesia prepara una especie de llamada a
‘despertar’ de nuestro letargo, para ayudarnos a recobrar el sentido de
asombro, la capacidad de maravillarnos que deberíamos tener en nuestras vidas”,
expresó el Prelado.
El también Vicepresidente del
Episcopado de Estados Unidos explicó que para “despertar” hay que darse cuenta
de que “Dios está en todas partes. Él está involucrado en nuestras vidas y está
tomando parte en los acontecimientos del mundo”. El desafío está en tener los
ojos abiertos para verlo.
Después del tiempo llega la
Navidad y en ella se espera un milagro, “el milagro del amor de Dios hacia
nosotros, la maravillosa verdad de que él ha venido a caminar con nosotros y a
compartir su vida con
nosotros. La presencia de Dios en nuestras vidas no es algo abstracto ni vago”.
“Nuestro Dios es un Dios
personal. Esto es lo que significa la Encarnación. Jesús tomó carne humana para
convertirse en uno de nosotros, para volverse uno con nosotros. Él se ha unido
a cada uno de nosotros. Eso significa que él está presente personalmente en la
vida de ustedes y en la mía, y también en la vida de toda persona”, prosiguió.
Mons. Gómez recomendó que
otra forma que puede ayudar a tener conciencia de Dios es servir a los demás
mediante obras de misericordia y caridad porque en cada persona “lleva la
imagen de Dios y es un hijo de Dios tal como nosotros lo somos. Pero Jesús viene
a nosotros de una manera especial en aquellos que son pobres y vulnerables y en
quienes sufren la injusticia”.
También exhortó a “hablar con Dios todo el día en
nuestros corazones. Pídanle que los guíe, que les muestre el camino a seguir y
lo que ustedes deberían hacer”.
Fuente: ACI Prensa