No pudo ser mejor su forma de nacer
Estos días de Navidad son muy especiales, y a nosotras
nos encanta disfrutar juntas del Gran Misterio de cómo todo un Dios omnipotente
se hace Hombre.
El 24 por la tarde, todo el Novi nos juntamos para
compartir la Palabra. Leímos el Evangelio de la Misa del Gallo. Y me impactó
muchísimo lo que Lety comentó.
Tras leer el evangelio de Lucas (con ese intenso viaje
desde Nazaret hasta instalarse en el establo de Belén), Lety nos dijo que qué
manera de relatar tienen los evangelistas. Ellos no se quedan en el juicio, ni
critican que "vaya coincidencia" que tuvieran que censar a la
población justo cuando a María le llegaba el tiempo del parto, o que cómo fue
posible que nadie en la posada mirara por una mujer embarazada, que nadie le
cediera su sitio para que pudiera estar cómoda, y que tuvieran que acoplarse en
un establo, donde sólo hay animales, paja y todo lo que eso supone... Lucas
cuenta esta realidad, pero no la juzga, sino que va a lo esencial: que Dios se
hace hombre, y que en un Niñito, pequeño y débil, se esconde la salvación para
todo el mundo.
Y Lety nos explicaba que, en estos días, es muy fácil
que nos dejemos llevar por el juicio, sobre todo por lo que no sale perfecto.
Sin embargo, esta Palabra nos enseña a mirar más allá, a no quedarnos en lo que
nos falta, sino en disfrutar y alegrarnos con lo que Dios nos da, que lo es
todo, porque se nos da a Sí mismo.
Me llegó profundamente su comentario, porque en estos
días resuena en mi interior con mucha fuerza una frase que leí: "La
voluntad de Dios siempre es Amor para mí".
Y es que cuando descubres esto, comienzas a ver que
todo está bajo su cuidado, que Él no nos va a dar otra cosa que no sea Amor.
Por eso hoy, si las circunstancias que te rodean son
duras, o si, sencillamente, no ha salido todo perfecto según tus
planteamientos, no te quedes en eso, mira más allá, porque el Amor de Dios se
ha derrochado sobre ti, y sólo necesitas redescubrirlo cada día. Si no, sólo
tienes que mirar en qué situación vino Jesús al mundo, y cómo todo aquello que
sólo parecían complicaciones resultó ser la mayor historia de Amor de Dios con
el hombre.
Hoy el reto del Amor es centrarse en mirar más allá.
Hoy no te quedes en las circunstancias, no dudes ni tengas miedo, tan sólo
busca en tu vida ese rinconcito donde Dios ha nacido. Es Él, que viene para
salvarte. Es su Amor, y es todo para ti.
VIVE DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma