Esas
palabras “pronunciadas tantas veces por mi abuela, sus hijos y mi padre,
resuenan siempre en la memoria”, compartió el Prelado visiblemente emocionado
“Properate ad veniam offere” (Apresúrense
a perdonar), fueron las últimas palabras que el mártir dijo a
su esposa y sus hijos “antes de dar la vida por
nuestro Señor y es expresión de un alma pura y grande que se dé a vivir
íntegramente el Evangelio hasta las últimas consecuencias”, recordó el nuevo
Obispo según señala una nota de Avan.
Así lo dio a conocer el Prelado durante
la Misa de su ordenación episcopal el sábado 3
de septiembre, conferida por el Arzobispo de Valencia, Cardenal Antonio
Cañizares.
Esas palabras “pronunciadas tantas veces
por mi abuela, sus hijos y mi padre, resuenan siempre en la memoria”, compartió
el Prelado visiblemente emocionado.
Mons. Ros recordó asimismo que “la
misericordia se muestra como la fuerza que todo lo vence, que llena de amor el
corazón y que consuela con el perdón”.
El nuevo Obispo Auxiliar también expresó
su deseo de que “los años por venir estén impregnados de misericordia para
poder ir al encuentro de cada persona llevando la bondad y la ternura de Dios”.
Sobre su misión, el Prelado resaltó que
“el obispo debe manifestar con su vida y su ministerio episcopal la paternidad
de Dios, la bondad, la solicitud, la misericordia, la dulzura y la autoridad moral
de Cristo” y pidió “la intercesión y protección de la Madre de Dios, bajo las
advocaciones que forman parte de mi historia”.
Mons. Ros agradeció al Cardenal
Cañizares, a quienes lo acompañaron en sus años en el seminario y a los fieles
de la localidad de Requena donde sirvió durante varios años.
Fuente:
ACI Prensa
