Las malas
artes de las campañas electorales
Las campañas políticas en Estados Unidos
suelen recurrir a todo tipo de (malas) artes publicitarias con tal de ganarse
la simpatía del electorado. Seguramente, usando el “jalón” del Papa Francisco,
quien hace un año visitó la Unión Americana, algunos grupos han querido atraer
para sí la fuerza del catolicismo y hacerla bandera de iniciativas
absolutamente no-católicas.
Esta segunda quincena del mes de
septiembre ha visto proliferar anuncios publicitarios colocados en periódicos a
lo largo de todo el país por una organización llamada “Catholics for Choice”
(CFC), en los que subrayan que el catolicismo y el aborto armonizan el uno con
el otro.
En el sitio web de CFC se puede leer:
“Destinar recursos públicos al aborto es un valor de la justicia social
católica (…) El acceso equitativo a amplios servicios de salud, incluyendo
servicios de salud reproductiva, es un imperativo moral”.
Numerosos obispos han reaccionado contra
este mensaje, calificándolo como “absolutamente deshonesto”.
Destaca la postura del cardenal y
arzobispo de Nueva York, Timothy M. Dolan, presidente del Comité de Actividades
Pro-Vida de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos quien señaló
que los anuncios de CFC “promueven el aborto como si fuera un bien para la
sociedad”.
En declaraciones recogidas por medios
estadounidenses, el cardenal Dolan recalcó: “El aborto mata a los más
indefensos entre nosotros; perjudica a las mujeres y hace llorar al corazón de
las familias. Impulsar su financiación pública, obligaría a los contribuyentes
a ser cómplices de la violencia del aborto y de una industria que pone el lucro
por encima del bienestar de las mujeres y de los niños”.
Ofensivo para todos
Por vez primera en décadas, el tema de la
financiación del aborto con recursos públicos se ha convertido –por petición
del Partido Demócrata que postula a Hillary Clinton—en un factor clave de la
campaña presidencial. Ello ha sido usado por CFC para relanzar su presencia
pública, no obstante a lo largo del tiempo los obispos estadounidenses la hayan
señalado como una “organización fraudulenta”.
“El uso del nombre ‘católico’ como una
plataforma para promover la supresión de la vida de un ser humano inocente, es
ofensivo no solo para los católicos, sino para todos aquellos que esperan
honestidad y franqueza en el discurso público”, dijo el cardenal Dolan.
Muchos otros obispos han emitido
comunicados subrayando el hecho que “Catholics for Choice” no posee ninguna
afiliación a la Iglesia. “En cambio, esta organización está financiada con
subvenciones de algunas organizaciones seculares que sustentan la agenda
abortista”, advirtieron, por ejemplo, los obispos de Texas.
Para los prelados texanos no está claro
por qué CFC eligió un puñado de personas que se identifican como católicas para
ser embajadoras de la falsa premisa que la negativa a pagar para que alguien
aborte es “una ofensa” a la dignidad humana. “La única asalto a la dignidad humana
en este debate es el aborto, que termina con una vida e irrevocablemente
disminuye otras, incontables, vidas”.
JAIME SEPTIÉN
Con información de Our Sunday Visitor
Fuente: Aleteia