Emergencia forestal
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que
pases un feliz día.
Hace ya unos años, pusimos el riego por goteo en la
zona ajardinada de la huerta. Ahora yo me encargo de encenderlo, apagarlo y
revisar las averías.
El otro día iba directa a cerrar el agua cuando...
-¡Chof, chof!
¡Casi me hundo en el barrizal! Resulta que un árbol ha
decidido levantar sus raíces, así que ha reventado su tubo. Como es un único
circuito, todo el agua se estaba saliendo por ahí.
Al día siguiente me lancé a la reparación. Llevé un tubo nuevo, herramientas... y mucha paciencia. Estos tubos se unen por presión, y acabas echando hasta el hígado para conseguir empalmarlos... Encima, eran las 4 de la tarde, con un calor que mataba.
Llegué a la avería, quité el tubo viejo, cogí el
nuevo... ¡y entró con una suavidad impresionante! Con tanto calor, ¡el tubo de
plástico estaba blandito!
De pronto, el Señor me hizo descubrir, ¡que así somos
nosotros! Somos un circuito único: tus decisiones, tu actitud, afectan a los demás.
¿No te ha pasado alguna vez? Al estar con una persona alegre, te contagia
alegría, pero una persona enfadada, ¡puede volver gris tu día! Si dejas escapar
el agua, el sistema completo pierde. Pero, si permites que el agua fluya,
¡todos ganamos presión!
Sin embargo, ¿quién no tiene alguna vez un árbol que
levanta las raíces, una situación que parece superarnos, una dificultad, un
enfrentamiento? ¡Por eso contamos con el mejor Técnico de Reparación! Cristo
mira con amor todo el circuito, dispuesto a sanar cualquier avería.
¿Y el calor? ¡Es la oración! Nada mejor para el
corazón que el calor del Sagrario. Cuando uno está blandito, ¡los cambios de
tubo son mucho más fáciles!
Hoy el reto del amor es transmitir el agua. Deja que
el amor de Cristo corra por tus venas, y transmítelo a los demás. Pero, si
notas que empiezas a perder agua, ¡no trates de arreglarlo a la fuerza! Para
con Cristo, deja que Él solucione tu avería. Recupera en Él la paz, la
alegría... ¡y a seguir regando! ¡Feliz domingo!
VIVE DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma
