En 1986, Fouad
Hassoun, con 17 años, perdió la vista en un atentado en Beirut
1.- No esperes nada a cambio
Perdón significa ir “más allá del don”, es dar por
completo. El perdón debe otorgarse libremente.
La imagen del hijo pródigo en los brazos de su padre
es importante para entender la esencia de perdonar… Se perdona sin condiciones,
es una celebración. Nos debe proporcionar una dicha absoluta, una llama que nos
haga estremecer.
No se perdona en confrontación: “Yo doy un paso si tú
das otro también”. El perdón no es una moneda de cambio, es una dinámica para
hacer reinar la paz. El perdón es gratuito, pero aporta muchos beneficios.
2.- Perdona en la vida diaria
El perdón se aplica tanto en las cosas pequeñas como
en las grandes. No esperes a las ocasiones más evidentes ni a los momentos más
íntimos.
No obstante, aunque forme parte de la vida diaria, el
perdón no es un gesto banal. Puede que sea cotidiano, puede otorgarse varias
veces al día, pero nunca es anodino. Hablamos de algo muy serio, es
lo que nos mostró Cristo durante su Pasión: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”.
3.-Cambia la forma en que miras al prójimo
Al igual que Jesús
cambió su forma de ver al joven rico, aprende a
respetar: “mirándole, le amó”.
Si queremos estar listos para perdonar, es necesario
preguntarnos por qué el otro hizo lo que hizo. El mal sigue siendo el mal, pero
el perdón nos aleja de la indiferencia, nos hace preocuparnos por el otro.
El perdón sin respeto es sólo condescendencia. El
perdón desde el respeto es justicia.
4.- Cree en ti
El perdón no es sólo una exigencia cristiana, sino que
está en la naturaleza del ser humano, como la risa y las lágrimas. Todo el
mundo es capaz de perdonar, sólo hace falta creer en ello.
5.- Expresa tu perdón
Una cosa es la voluntad de perdonar y otra cosa es el
acto. Los dos son buenos, pero no podemos permanecer en la voluntad. Es
necesario dar el siguiente paso.
Cada uno lo expresa como lo siente, a través de la
palabra, de los gestos. En ocasiones la situación exige silencio. Pero el
perdón debe ser expresado y, si es posible, debe ser dado a la persona a quien
concierna directamente.
Fuente: Aleteia