Señal de tráfico
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que
pases un feliz día.
Hace ya unos años, me invitaron a poner una señal de
tráfico en mi celda: la de prohibido adelantar. Se refería a prohibido
adelantar al Señor. Y es que a todos nos ocurre que adelantamos acontecimientos
que aún no han llegado, y nos los imaginamos sin saber siquiera si realmente
van a ocurrir.
Aquel ejemplo me abrió los ojos, y comencé a aprender
a frenar estos pensamientos futuristas. Y luego el Señor me ha ido regalando
ver que no era yo sola, sino que, al compartir en visitas o llamadas, me ha
mostrado que a mucha gente le ocurre lo mismo.
-«Mira, ir detrás del Señor es como conducir detrás de
un enorme camión. El camión va a su ritmo, y tú estás deseando adelantar para
ir al tuyo. El tamaño del camión te impide ver lo que hay por delante, sólo ves
su matrícula. Y te encuentras continuamente asomándote para ver en qué momento
adelantar.
»El problema está en que este Camión con mayúsculas,
Cristo, dijo bien claro "Yo soy el Camino, y la Verdad y la Vida". Es
decir, si por tu propio empeño consigues adelantarlo, te darás cuenta de que
delante de Él no hay camino ("Yo soy el Camino"). Por eso, cuando
adelantamos acontecimientos, nos llenamos de temores y miedos, porque es mirar
al mañana sin contar Cristo, es adelantarle y mirar lo que se te viene por
delante dejándole al Él detrás.
»Cristo es quien va haciendo el camino delante de ti,
Él es quien te provee de las fuerzas necesarias para vivir con plenitud cada
día. Él es la Paz en el fracaso, y la plenitud de la alegría; Él es tu
fortaleza para superarlo todo. Él es el eterno presente.
»Seguro que ya tienes experiencia de que, conduciendo
sin Cristo, tu coche va quedando para el desguace. Sería como conducir campo a
través: no hay coche que resista mucho a ello.»
Hoy el reto del Amor es no adelantar acontecimientos.
Vive el hoy caminando detrás de Cristo. Quizá tengas la incertidumbre de qué te
ocurrirá mañana, pero sabes que vas con Cristo, y que, tras Él, todo lo puedes.
Por eso puedes confiar, y hasta te sientes a gusto viendo su matrícula, en la
que está escrito: "Te amo, Yo estoy contigo". Él te hace sentir
seguro.
VIVE DE CRISTO
Fuente: Dominicas de Lerma
