El “secreto” de Fátima nos da esperanza en este mundo lacerado por el odio, por el egoísmo y por la guerra
El 13 de mayo es el 99°
aniversario de las apariciones marianas en Fátima, en Portugal. Durante todo el
siglo pasado, individuos de todas partes del mundo han elaborado teorías para
descifrar el mensaje oculto en los “tres secretos” de Fátima, pero sor Lucía
dijo que la interpretación pertenecía no al vidente, sino a la Iglesia.
Toca a
la Iglesia interpretar los diversos signos y símbolos de Nuestra Señora de
Fátima para ofrecer a los fieles una guía clara en la comprensión de lo que
Dios quiere revelar.
La Iglesia hizo
exactamente esto en el 2000, cuando el entonces cardenal Joseph Ratzinger,
prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, escribió un largo
comentario-interpretación a nivel teológico del famoso “tercer secreto”. Al
cardenal se le encargó que aclarara los signos y símbolos que se encontraban en
las visiones de la Virgen, e hizo algunos descubrimientos extraordinarios.
Aquí cinco revelaciones
sorprendentes que se desprenden del “tercer secreto” de Nuestra Señora de
Fátima tal y como lo interpretó el cardenal Ratzinger (ahora papa emérito
Benedicto XVI).
¡Penitencia,
penitencia, penitencia!
- “La
palabra clave de este “secreto” es el triple grito: “¡Penitencia,
Penitencia, Penitencia!”. Nos vuelve a la mente el inicio del Evangelio:
paenitemini et credite evangelio (Mc 1, 15). Comprender los signos del
tiempo significa: comprender la urgencia de la penitencia – de la
conversión – de la fe. Esta es la respuesta correcta al momento histórico,
que está caracterizado por grandes peligros, los cuales serán delineados
en las imágenes sucesivas”.
El mensaje central de
Nuestra Señora de Fátima era “Penitencia”. Ha querido recordar al mundo la
necesidad de alejarse del mal y de reparar los daños provocados por nuestros
pecados. Esta es la “clave” para comprender el resto del “secreto”. Todo gira
en torno a la necesidad de penitencia.
Nosotros
hemos forjado la espada de fuego
- “El ángel
con la espada de fuego a la izquierda de la Madre de Dios recuerda
imágenes análogas del Apocalipsis. Este representa la amenaza del juicio,
que se cierne sobre el mundo. La perspectiva que el mundo podría ser
carbonizado en un mar de llamas, hoy no parece ya que sea una pura
fantasía: el hombre mismo ha preparado con sus inventos la espada de
fuego. La visión muestra después la fuerza que se contrapone al poder de
la destrucción — el esplendor de la Madre de Dios, y, procedente en cierto
modo de ello, la llamada a la penitencia”.
Esta parte de la
aparición tiende a ser la más angustiosa. Parece que Dios puede destruirnos a
todos con una “espada de fuego”.
Pero el cardenal
Ratzinger, sin embargo, subraya que la “espada de fuego” sería algo que creamos
nosotros (como la bomba atómica) más que un fuego que desciende del cielo. La
buena noticia es que la visión afirma que la espada de fuego se extingue al contacto
con el esplendor de la Virgen, en conexión con la llamada a la penitencia. La
Virgen tiene la última palabra, y su esplendor puede detener cualquier
cataclisma.
El
futuro no está grabado en piedra
- “Se
subraya la importancia de la libertad del hombre: el futuro no está de
hecho determinado de modo inmutable, y la imagen, que los niños vieron, no
es un film anticipado del futuro, del que nada podría ser cambiado. Toda
la visión sucede en realidad sólo para apelar a la libertad humana, para
encaminarla en una dirección positiva… El sentido de la visión … es… el de
movilizar las fuerzas del cambio al bien”.
Contrariamente a la
convicción popular, las intensas visiones ofrecidas por Nuestra Señora de
Fátima no son una previsión de lo que sucederá. Son una previsión de lo que
podría suceder si no respondemos al llamamiento a la penitencia y a la
conversión del corazón que la Virgen hace. Tenemos aún nuestro libre albedrío,
y se nos exhorta a usarlo por el bien de toda la humanidad.
La
sangre de los mártires es semilla de la Iglesia
- “La
conclusión del ‘secreto’… es una visión consoladora, que quiere hacer
permeable al poder curador de Dios una historia de sangre y lágrimas. Los
ángeles recogen bajo los brazos de la cruz la sangre de los mártires y
riegan así las almas, que se acercan a Dios… Como por la muerte de Cristo,
de su costado abierto, nació la Iglesia, así la muerte de los testigos es
fecunda para la vida de la Iglesia. La visión de la tercera parte del
‘secreto’, tan angustiosa al principio, se concluye con una imagen de
esperanza: ningún sufrimiento es vano, y precisamente una Iglesia
sufriente, una Iglesia de mártires, se convierte en signo indicador para
la búsqueda de Dios por parte del hombre”
Es verdad que la visión
contiene mucho sufrimiento, pero no es en vano. La Iglesia puede tener que
sufrir mucho en los años venideros, y esto puede no ser una sorpresa. La
Iglesia ha vivido la persecución desde la crucifixión, y nuestro sufrimiento en
la época actual producirá efectos positivos solo en el futuro.
Tened
valor, yo he vencido al mundo
- “‘Mi
Corazón Inmaculado triunfará’. ¿Qué significa? El Corazón abierto a Dios,
purificado por la contemplación de Dios, es más fuerte que los fusiles y
que las armas de todo tipo … El maligno tiene poder en este mundo … tiene
poder porque nuestra libertad se deja continuamente separar de Dios. Pero…
la libertad para el mal no tiene la última palabra. Desde entonces vale la
palabra: ‘En el mundo tendréis tribulaciones, pero ánimo, yo he vencido al
mundo’ (Jn 16, 33). El mensaje de Fátima nos invita a confiar en esta
promesa”
Para concluir, el
“secreto” de Fátima nos da esperanza en este mundo lacerado por el odio, por el
egoísmo y por la guerra. Satanás no triunfará, y sus planes malvados serán
obstaculizados por el Corazón Inmaculado de María. Podrá haber sufrimiento en
el futuro próximo, pero si nos agarramos a Jesús y a Su Madre saldremos
victoriosos.
Fuente: PHILIP KOSLOSKI/Aleteia