Vivencias de Semana Santa
Hola, buenos días, hoy Celia nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Me ha salido un orzuelo en el párpado. Es la primera vez que me sale uno,
pero siempre he visto a gente que lo tenía a mi alrededor: una amiga, mis
hermanos...
Siempre he pensando que era un simple enrojecimiento de la zona, pero
resulta que pica y, al parpadear, duele.
Tener este orzuelo me ha llevado a darme cuenta de la molestia que supone.
Antes no era consciente. Hasta que no me ha pasado a mí, no he sabido lo que
era.
Hasta que no tienes experiencia propia de una situación, de un dolor, de
una alegría... no terminas de creértelo del todo.
Lo mismo nos pasa con el Señor: si no experimentas que está vivo en tu
interior, que Su muerte y Su resurrección, que celebraremos en unos días, son
para ti, que te quiere y que no te deja... no te lo crees.
Pero Dios no ha enviado a Su Hijo para que nos quedemos igual... Él quiere
que tengamos esta experiencia, quiere que en nuestro corazón nos creamos esta
verdad, nos creamos su amor. Pero lo quiere ahora, hoy, no en un futuro. Si
no... ¿qué sentido tuvo? Nos ha dado la oportunidad de gozar de la vida eterna,
pero no sólo de la vida eterna, sino de la felicidad también aquí y ahora, en
la tierra.
Por eso, hoy el reto es pedirle al Señor esa experiencia, pedirle que te
abra los ojos y el corazón para vivir esta experiencia y poder entrar en este
misterio. Pídele en estos días de Semana Santa ser consciente de lo que supuso
este acontecimiento que vamos a celebrar.
¿Te quedarás con la duda?
VIVE DE CRISTO
Fuente: Dominicas de Lerma