Cuestión de detalles
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que
pases un feliz día.
No hemos podido aguantar más el secreto... y,
finalmente, en el reto de hace un par de días os comentábamos que estamos
escribiendo un libro. ¡Está siendo un proyecto apasionante! Y, ya que se ha
descubierto la sorpresa, queremos que vivas con nosotras este tramo final.
Ayer estuvimos trabajando la introducción. Cuando ya
teníamos más o menos las ideas, de pronto Lety intervino:
-¡Hey, espera! También habría que poner esto...
-Bueno... ¿pero no queda mejor en el epílogo? –sugerí
-¿Epílogo? Eso es lo que va al final, ¿no? ¿También es
importante?
-¡Por supuesto!
-Ay, Señor... -suspiró Lety, bromeando- ¡esto es
imposible! ¡Todo es importantísimo para ti...! ¡Hasta el índice!
-¡Claro, el índice es fundamental! -respondí riéndome.
Después de reírnos un buen rato bromeando, en la
oración, me di cuenta de que al Señor le pasa lo mismo: ¡todos los detalles son
importantes para Él! Puede que comiences el día sabiendo más o menos cómo va a
ser tu jornada... ¡pero Él ve el día como un montón de oportunidades para
sorprenderte! Y, así, de su Mano, ¡hasta el horario más programado se convierte
en una aventura irrepetible!
Hoy el reto del amor es descubrir las cosas pequeñas.
Te invito a que le pidas a Cristo unos ojos nuevos, capaces de asombrase...
Cada minuto de este día que empieza está cuidado por el Señor. Cristo camina a
tu lado, ¡cada instante es importante para Él! Hoy te invito a que le des la
mano, para que tú también hagas especial cada momento: si hoy alguien habla
contigo (en casa, por teléfono, en el trabajo...), para y escúchale de corazón.
Dedícale esos minutos: ¡hoy ama escuchando, mostrando a esa persona que es
importante para ti! ¡Feliz día!
VIVE DE CRISTO
Fuente: Dominicas de Lerma