Debemos pedir perdón, por el escándalo de la división
El Papa Francisco visitó en la tarde del domingo a la Comunidad evangélica luterana de
Roma en la “Christuskirche”. Después de un rato de oración y de ser preguntado
por un niño y dos mujeres, pronunció la homilía.
En ella recordó que las dos Iglesias se persiguieron durante muchos años
por lo que “debemos pedir perdón” y dijo que el camino marcado por Jesús
es el de ser siervos y humillarse, como hizo Él.
“Y tú, ¿has usado tu vida
para ti o para servir?, ¿para defenderte de los otros con muros o acogerles
con amor?”, preguntó Francisco.
Sobre la relación entre católicos y luteranos recordó que “ha habido
tiempos feos entre nosotros”. “¡Pensad en las persecuciones entre nosotros
que tenemos el mismo bautismo!” por eso “debemos pedir perdón, por el escándalo
de la división”.
El Papa comentó también el Evangelio y dijo que Jesús durante su vida
“tuvo que hacer muchas elecciones”. Por ejemplo “los primeros discípulos,
los enfermos a los que curaba, la gente que le seguía para escucharle, porque
habla como uno que tiene autoridad, no como los doctores de la ley que se
pavoneaban”.
“Jesús con amor hacía elecciones, también corregía cuando los
discípulos se equivocaban en los métodos… o cuando la madre de Juan le pidió
que sus dos hijos se sentaran en el Reino de los Cielos a la derecha o a la
izquierda”. “Siempre guiaba, acompañaba…”, dijo el Papa.
También recordó que Jesús elegía “a buenos y malos”, pero “elegía siempre”.
“La última elección será la definitiva”, señaló.
“La pobreza está en el centro del Evangelio. Él siendo rico se ha
hecho pobre para enriquecernos con su pobreza”, “se ha humillado hasta el
final: una muerte de Cruz,
la elección del servicio”. Es verdad que “Jesús es el Señor pero es un
siervo”.
“Todos tenemos esta elección: la del servicio, como hizo Jesús nos ha
indicado”, dijo.
“A mí me gusta cuando veo al Señor siervo, que sirve, me gusta pedirle que
Él sea el siervo de la unidad, que nos ayude a caminar juntos. Hoy hemos
orado juntos. Rezar juntos por los pobres, por los necesitados. Amar juntos,
como amor de hermanos”.
Francisco terminó pidiendo “la gracia de la diversidad reconciliada
en el Señor, es decir, en el Siervo de Yahveh de ese Dios que vino a nosotros
para servir y no ser servidos.
Fuente: Aciprensa