ANDREA BOCELLI REFLEXIONA SOBRE LA FE, LA FAMA Y LOS PAPAS

El tenor celebra 30 años de música y recuerdos, incluida la alegría de haber cantado para cuatro papas, y la fe que le sostiene. Aquí narra su experiencia

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La legendaria voz de Andrea Bocelli ha adornado los escenarios más importantes del mundo durante tres décadas, pero son su fe inquebrantable y su humildad lo que realmente lo distingue. Al cumplir 30 años de hitos en su vida y carrera, el renombrado tenor reflexiona no solo sobre sus triunfos musicales, sino también sobre el viaje espiritual que los acompañó.

En una reciente reflexión personal, Bocelli expresó su profunda gratitud por los "30 años de vida, de música y de gratitud" que ha disfrutado, destacando cómo la fe ha sido una luz guía a lo largo de su ascenso a la fama. Es un recordatorio conmovedor de que, incluso en la cima de la fama, uno puede seguir manteniendo los pies en la tierra y centrado en un propósito superior.

Reflexiones sobre tres décadas de canciones y espiritualidad

Los 30 años de trayectoria musical de Bocelli están íntimamente ligados a su crecimiento espiritual. Desde sus humildes comienzos cantando en la iglesia cuando era un niño en la Toscana rural, hasta actuar ante millones de personas en todo el mundo, siempre ha considerado su voz como un don de Dios. De hecho, describe su fe como un «regalo invaluable» que constituye el núcleo de su identidad como artista, tal y como lo comparte Catholic Standard.

Este don, dice, influye en todo, desde las canciones que elige cantar hasta las causas que apoya.

"Quien tiene este mismo don mejora su propia vida y el mundo que le rodea", explica Bocelli. "Creo que tener fe significa creer en el poder del bien y, en cada encrucijada, elegir el camino que conduce a él".

Estas palabras revelan lo profundamente vinculadas que están la fe y la música para Bocelli. Para él, la música es más que entretenimiento: es una forma de devoción.

"Cuando tocamos nuestras cuerdas espirituales, creamos un puente... detrás del velo de la vida cotidiana", afirma. "Personalmente, cuando interpreto una canción sagrada o una que es espiritualmente elevada, la experimento como una forma de oración".

Bocelli considera la música como un puente entre la tierra y el cielo, capaz de elevar el espíritu. Esta perspectiva ha impregnado sus interpretaciones de una reverencia única, especialmente cuando canta piezas sacras o himnos. No es de extrañar que entre sus obras favoritas se encuentren clásicos como "Adeste Fideles", "Ave María" y la "Messa di Gloria" de Puccini, canciones que nutren tanto el alma como los oídos.

Cantar para los papas: un privilegio y una plegaria

Entre los muchos momentos destacados de la carrera de Bocelli, pocos se pueden comparar con el honor de cantar en presencia de los papas.

"Ha sido un privilegio y una profunda alegría interior cantar, a lo largo de décadas, en presencia de los pontífices que se han sucedido en el trono de Pedro", reflexionó Bocelli, señalando que cada ocasión le conmovió enormemente.

De hecho, afirma que actuar para cuatro papas —San Juan Pablo II, Benedicto XVI, Francisco y León XIV— fue uno de los momentos más emotivos de su vida.

San Juan Pablo II

Para poner esto en perspectiva, la primera actuación papal de Bocelli tuvo lugar al principio de su carrera. A mediados de la década de 1990, poco después de volver a la fe católica siendo aún joven, fue invitado a cantar "Adeste Fideles" (Venid, fieles todos) ante el papa Juan Pablo II en Navidad en la basílica de San Pedro.

Imaginemos la escena: un tenor italiano recién famoso, ciego desde los 12 años, de pie en la grandiosidad del Vaticano, ofreciendo su don del canto al querido pontífice. Ese momento marcó la pauta de la relación de Bocelli con el Vaticano y supuso el inicio de un ministerio especial a través de la música.

A lo largo de los años, Andrea Bocelli ha cantado para cuatro papas sucesivos, cada vez con el mismo asombro y devoción. Ha compartido escenario en eventos del Vaticano y en grandes reuniones mundiales de fieles.

Benedicto XVI

Por ejemplo, en 2010 actuó en presencia del papa Benedicto XVI en una abarrotada Sala de Audiencias del Vaticano. En 2015, prestó su voz al Encuentro Mundial de las Familias en Filadelfia, conmovido al público (y al Santo Padre) con un "angelical Padrenuestro" mientras el papa Francisco lo observaba, según informó Vatican News.

Francisco

Se reuniría de nuevo con el papa Francisco en 2018, cantando para miles de personas en un festival del Encuentro Mundial de las Familias en Dublín. Cada actuación no era solo un concierto, sino una ofrenda piadosa, en la que Bocelli utilizaba la música para conectar los corazones con algo trascendente.

León XIV

Más recientemente, Bocelli, junto con su hijo Matteo, cantó para el papa León XIV, continuando una querida tradición. El encuentro fue, en sus palabras, "una profunda alegría interior", un recordatorio de que, incluso después de tres décadas, la sacralidad de cantar en presencia del papa nunca pierde su reverencia.

Cerith Gardiner

Fuente: Aleteia