SANTO DEL DÍA: SAN NICOLÁS DE BARI

En una de las persecuciones fue aprehendido y encarcelado por casi 30 años, aun desde la cárcel se sacrificaba y oraba por su Iglesia, a pesar que los soldados romanos se burlaban de él diciéndole que ya se había acabado la fe en Cristo

Dominio público
San Nicolás de Bari nació en el año 310 después de Cristo, en un tiempo de persecución, donde la enseñanza de la doctrina de Jesús suponía estar en contra del ‘Imperio Romano’. 

Por lo alejado de la época, es difícil saber con exactitud su nacionalidad. Países como Rusia, Turquía y en general el medio Oriente, se atribuyen este privilegio.

Los padres de Nicolás, que eran gente adinerada, habían inculcado en su hijo el espíritu de generosidad, entre otras virtudes, de modo que en una ocasión, cambió a su caballo por un esclavo en una subasta para regalarle su libertad, lo que provocó la burla entre los paganos y la falta de respeto entre los Cristianos. 

Todas las caridades las hacía en nombre de Jesús y con su ejemplo muchos se convertían a Cristo.

Siendo aún muy Joven mueren sus padres, y comienza a dar a manos llenas entre los más necesitados; al llamarle la atención su administrador, San Nicolás, responde que si sólo ha dado la tercera parte de su herencia se preocuparía por dales más.

Se cuenta que, en una ocasión, supo de tres jovencitas que pretendían casarse, pero su padre no podía pagar la dote correspondiente. Al saberlo, Nicolás (pretendiendo realizar la caridad sin ser visto), dejó caer por la chimenea unas monedas de oro, que coincidentemente cayeron en unas medias de lana que las jóvenes habían dejado secando (por eso en algunos paises se cuelgan medias tejidas, que sirven para que Santa Claus deje los regalos que el Niño Jesús manda desde el cielo). Por esta razón, también es conocido como el patrono de las parejas que desean tener un buen matrimonio, y como protector de las familias en problemas económicos. En algunos países su imagen aparece con tres monedas de oro en las manos.

En los tiempos de San Nicolás de Bari, era emperador Diocleciano, quien ordenó a Cesar Galerio acabar con los cristianos. Es en esta época que San Nicolás es nombrado obispo de Myra Turquía (por eso el color rojo de su vestimenta).

A pesar de vivir la feroz persecución, Nicolás no perdía su sentido del humor y su alegría, especialmente al platicar con los niños acerca del nacimiento de Jesús, en quién ponía toda su esperanza (de ahí el amor a los niños y el típico Jo, Jo, Jo).

En una de las persecuciones fue aprehendido y encarcelado por casi 30 años, aun desde la cárcel se sacrificaba y oraba por su Iglesia, a pesar que los soldados romanos se burlaban de él diciéndole que ya se había acabado la fe en Cristo.

Al convertirse al cristianismo Constantino, el emperador de Roma, el obispo Nicolás fue liberado; ya anciano, con el pelo largo y la barba blanca, convencido que era el único creyente que quedaba, regresa a su ciudad dispuesto a empezar otra vez la Iglesia de Cristo.

Su sorpresa fue grande cuando, llegando al lugar, observa la catedral que había sido reconstruida, y en ella los cristianos entonaban el cántico ‘Adestae Fidelis’, debido a que estaban celebrando la fiesta de Navidad (por eso la relación de la Navidad con la llegada de San Nicolás).

Se dice que asistió al Concilio de Nicea (325 dC) también que sofocó un motín en Taifalea, Frigia. Y que sostuvo con su dinero y con su fe a su pueblo, y a ciudades como Patara y Lycia de Kalamaky que vivían hambrunas.

Uno de los milagros más sorprendente es el de haber resucitado, por su intercesión, a tres niños que habían caído de un árbol y muerto al instante. Por lo que también se le representa con tres niños a su lado.

A pesar de ser anciano, seguía viajando, evangelizando y entregando juguetes a los niños para recordar a todos que en Navidad recibimos el mejor de los regalos a través de Cristo, la esperanza de la salvación eterna.

Sus restos descansan en la Basílica de San Nicolás, en Bari Italia, desde el siglo XI (1087), y a falta de precisión en la fecha de paso a la vida eterna, lo veneramos el 6 de diciembre.

Otra de las formas en las que se representa su imagen en Holanda, es con un barco en las manos, debido a que por su mediación se salvó un barco de naufragar en la tormenta.


Fuente: Catholic.net