El propósito del Adviento es limpiar el portal de nuestro corazón para recibir a Cristo. Para ello, hay cuatro etapas que puedes vivir, preparándote cada semana un poco más
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Jayakri | Shutterstock |
El Adviento es un tiempo de preparación y
espera para la celebración del nacimiento de Jesucristo, pero también es un
tiempo de profunda reflexión espiritual. Cada semana del Adviento se vive una
etapa distinta y se asocia con una etapa específica que refleja el anhelo
humano de la salvación y la transformación a través de la venida de Cristo.
La esperanza,
paz, alegría y amor, no solo son cualidades que se celebran en la liturgia,
sino que también son llamadas a vivir en el corazón de cada creyente.
La corona de
Adviento
La mejor forma
de representar las cuatro semanas del Adviento es por medio de la Corona de
Adviento. Ésta tiene forma de círculo para representar que el amor de Dios es
infinito, además de cuatro velas, de los colores litúrgicos correspondientes:
tres de color morado -que simbolizan la humildad, austeridad y penitencia- y
una de color rosa, que representa alergia y amor.
Ahora bien,
hablemos de cada una de las etapas y qué puedes hacer cada semana para vivir
este tiempo de preparación y reflexión de la mejor manera, tanto de forma
personal como en familia.
1ª semana - Esperanza:
el anhelo de la promesa cumplida
La primera
semana de Adviento está centrada en la esperanza. Anticipa la llegada de Jesús
al mundo representando el cumplimiento de las promesas divinas a lo largo de la
historia, por lo que esperaban la venida del Mesías. Además, marca el comienzo
del año litúrgico.
La esperanza es
una virtud que nos invita a la conversión y a la preparación interior.
¿Qué
hacer? En esta semana nos invita a preguntarnos: ¿En qué pongo mi
esperanza? ¿Confío plenamente en que las promesas de Dios se cumplen en mi
vida?
2ª semana - Paz:
El Regalo de la Presencia de Cristo
Es un
recordatorio de que la paz verdadera solo puede encontrarse en la presencia de
Cristo. La paz que Cristo trae no es simplemente la ausencia de conflictos,
sino una paz profunda que transforma el corazón humano.
¿Qué hacer? La
paz también nos llama a sanar nuestras relaciones con los demás y con Dios.
¿Qué conflictos o tensiones necesitamos resolver en nuestras vidas para
experimentar la paz que Cristo ofrece?
3ª semana - Alegría:
La Buena Nueva de la salvación
La tercera
semana de Adviento es conocida como Gaudete (del latín
"alegraos") y está centrada en la alegría. La alegría cristiana no es
una emoción superficial o circunstancial, sino una alegría profunda que brota
de la certeza de la salvación que Jesús trae al mundo.
¿Qué hacer? En
la tercera semana de Adviento se invita a reflexionar sobre la abundancia de la
alegría que brota del conocimiento de la presencia de Cristo. Reflexiona sobre
¿cómo podemos cultivar esa alegría genuina en medio de las dificultades?
4ª semanaAmor:
El regalo incondicional de Dios
La cuarta
semana de Adviento está dedicada al amor; y no cualquier amor, sino el amor que
se hace carne, siendo el mayor de los regalos que Dios ha dado a la
humanidad. El amor de Dios se manifestó de manera suprema en la venida de su
Hijo al mundo; y este amor nos llama a vivir y compartir con los demás.
¿Qué
hacer? En esta última semana de Adviento se nos invita a reflexionar
sobre cómo podemos amar más plenamente, siguiendo el ejemplo de Cristo.
Pregúntate: ¿qué acciones concretas podemos tomar para vivir el amor de Dios en
nuestra vida diaria?
Karen Hutch
Fuente:
Aleteia