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| Dominio público |
Con respaldo de Ayuda a la Iglesia Necesitada, brinda
asistencia psicosocial y espiritual para sanar traumas, reconstruir identidades
y recuperar esperanza en comunidades devastadas por la violencia y la pérdida.
La Hna. Aparecida Queiroz,
originaria de Brasil, lleva en Mozambique desde 2017. Parte de la misión de
esta religiosa de la congregación de las Hijas de Jesús consiste en ayudar a
los miles de desplazados por el terrorismo en la provincia de Cabo Delgado, en
el norte del país, a superar los traumas sufridos a causa de la violencia.
Con el apoyo económico de la
fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), esta religiosa
proporciona y coordina el apoyo psicosocial y espiritual de las diferentes
congregaciones a los desplazados en la diócesis de Pemba. «Están completamente
perdidos por sus traumas», explica la Hna. Aparecida a ACN, «y nuestra labor
los ayuda a reiniciar sus vidas».
El norte de Mozambique se está
viendo afectado por una insurrección islamista que se ha cobrado más de 6.000
vidas desde 2017 y que ha llevado a más de un millón de personas a huir de sus
hogares en busca de seguridad. Aunque algunos simplemente huyeron por miedo a
verse afectados, otros sufrieron ataques directos. Pero, independientemente de
sus historias personales, todos ellos han perdido algo.
«Estamos hablando de personas que lo
han perdido todo, no solo bienes materiales, sino también su propia identidad.
Muchos han perdido a familiares de la forma más brutal».
Renconstruyendo
la dignidad de las víctimas
Según comprueba esta religiosa, las
pérdidas materiales suponen la menor de las preocupaciones de los afectados. Un
profundo trauma psicológico puede ser devastador y llevar a las personas a
perder toda perspectiva positiva de la vida.
«A través de nuestro trabajo ayudamos
a las personas a reconstruir sus vidas; a reconstruir su identidad, a superar
su dolor y a volver a ser personas, a empezar a trabajar y a soñar de nuevo.
Nuestra labor, individual o en grupo, ayuda a las personas a recuperarse».
«Organizamos sesiones en grupo en
las que las personas recuperan la confianza en sí mismas, hablan y realizan
trabajos manuales; y es que, cuando las personas se ven desplazadas, pierden
sus referencias y nuestra labor las ayuda a volver a celebrar sus vidas y a
expresarse como solían hacerlo en sus aldeas. Manifiestan una alegría que no
habían sentido desde el ataque».
Durante las sesiones en grupo, la
Hna. Aparecida ve cómo la confianza comienza a reaparecer en los ojos de sus
pacientes. «El grupo sirve de apoyo y es una forma de reconstruir la confianza
porque los ataques alimentan la desconfianza y aquí aprenden a confiar de nuevo
en sus comunidades».
ACN está apoyando a las comunidades
cristianas de Mozambique, sobre todo en la provincia septentrional de Cabo
Delgado. Además de financiar la labor de curación de traumas, ACN ayuda a la
Iglesia a proporcionar ayuda de emergencia y asistencia pastoral para
desplazados y también financia la compra de vehículos para ayudar a los
trabajadores pastorales en su misión.
Fuente: ACN/InfoCatólica
