Los católicos tenemos muchas celebraciones litúrgicas en la Iglesia durante el domingo, pero no todos son Misa, aunque haya costumbre de generalizar ese nombre
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| Tatjana Splichal | Shutterstock |
Los católicos
pueden tener un vocabulario extraño a veces. Cuando un católico necesita saber
las horas de las celebraciones litúrgicas de la iglesia el domingo, buscará los
"Horarios de Misa". Las parroquias también enumeran Misas diarias y
Misas para los días festivos. Incluso las bodas y los funerales católicos
tienen lugar muy a menudo como parte de una Misa. Para la cuna católica, esto
será una obviedad, pero para el forastero, la palabra "Misa" puede
parecer una jerga extraña.
¿Qué
significa "Misa" y por qué los católicos usan esa palabra?
La palabra
"Misa" proviene de la palabra latina missa, que significa
ser "enviado". Esta palabra latina se ha utilizado desde el siglo VI
o VII para describir la celebración católica de la Eucaristía, nuestro
principal servicio litúrgico. La palabra se usa en la conclusión de la
celebración, cuando el sacerdote o diácono dice en latín Ite, missa est.
La traducción
literal de esta frase es: "Vayan, han sido enviados". Santo Tomás de
Aquino escribió un comentario sobre estas palabras y explicó en su Summa Theologiae: "Y de ahí deriva el nombre de la
misa... el diácono los festivos despide a la gente diciendo: 'Ite,
missa est', es decir, la víctima [Jesús] ha sido enviada a Dios a través
del ángel, para que sea aceptada por Dios".
El papa
Benedicto XVI también amplió estas palabras en su encíclica Sacramentum Caritatis, pero se centró en un significado
espiritual diferente detrás de la frase. Escribió:
"En la
antigüedad, missa simplemente significaba "despedida".
Sin embargo, en el uso cristiano adquirió gradualmente un significado más
profundo. La palabra "despido" ha llegado a implicar una
"misión". Estas pocas palabras expresan sucintamente el carácter
misionero de la Iglesia. El Pueblo de Dios puede ser ayudado a comprender más
claramente esta dimensión esencial de la vida de la Iglesia, tomando el despido
como punto de partida".
No es un
final sino un comienzo
En lugar de ver
las palabras del sacerdote o diácono como una conclusión de la celebración, el
Papa Benedicto las vio como un comienzo.
El papa
Benedicto XVI aprobó las frases "Ite ad Evangelium Domini annuntiandum"
y "Ite in pace, glorificando vita vostra Dominum" ("Vayan
y anuncien el Evangelio del Señor" y "Vayan en paz, glorificando al
Señor con sus vidas". Ambos despidos se centran en el carácter misionero
de la misa y en la forma en que los que se sientan en los bancos están destinados
a salir al mundo sostenidos por la Eucaristía que acaban de recibir.
Visto en este
marco, la misa no es sólo una celebración suelta un domingo o un día laborable
o festivo, sino un punto de partida para un viaje de toda una vida de
testimonio cristiano. El sacerdote, en el lugar de Cristo, envía a sus
feligreses al mundo para que sean faros de luz, colocados sobre una colina para
que todos los vean.
Philip Kosloski
Fuente: Aleteia
