CONOCIENDO LA HISTORIA DE LOS MÁRTIRES “RECUPERAREMOS LA FUERZA EVANGÉLICA”, ASEGURA OBISPO ESPAÑOL

Las historias de los mártires es poner de manifiesto la esencia del cristianismo, que es la historia de Cristo y de sus testigos

Mons. Juan Antonio Martínez Camino|Crédito: Nicolás de Cárdenas/ACI Prensa.

El Obispo Auxiliar de Madrid (España), Mons. Juan Antonio Martínez Camino asegura que “si conocemos la historia de los mártires, recuperaremos la fuerza evangélica”, tras publicar un libro sobre los mártires de la Revolución de Asturias de 1934. 

En Los 39 mártires de 1934 en España, Mons. Martínez Camino recoge las historias de aquellos que fueron asesinados por odio a la fe en un contexto muy determinado de la historia del país.

En octubre de 1934, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), junto a grupos anarquistas y comunistas, puso en marcha un levantamiento contra la legalidad de la II República Española, con el ánimo de emular la revolución que triunfó en Rusia en 1917.  

Entre estos mártires, 37 eclesiásticos y dos laicos, se encuentran nueve hermanos de La Salle; siete seminaristas diocesanos y tres de sus formadores; tres misioneros paúles, dos jesuitas, un carmelita y un pasionista. 

La mayoría fueron asesinados en Asturias, pero no todos. Un hermano marista y un presbítero diocesano cayeron en Palencia; otro sacerdote, en Barcelona; y un seglar de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas, en Guipúzcoa.  

Los mártires, “Evangelio vivo” 

A pocos días de celebrar la memoria litúrgica de los mártires del siglo XX en España el próximo jueves, el prelado subraya en conversación con ACI Prensa que la principal motivación del libro es dar a conocer la vida y la entrega final de estos mártires a las nuevas generaciones, para que surja “una llamada a despertar nuestra fe, quizás aletargada”, como señala el Arzobispo de Oviedo, Mons. Sanz Montes, en el prólogo del libro. 

Hay una segunda motivación, que es denunciar “una cultura neopagana que frustra los deseos de los seres humanos y de las nuevas generaciones, que se viene gestando en Europa desde hace dos o tres siglos, que ahora está en su paroxismo”. Esta cultura se caracteriza por estar “cerrada a la vida verdadera de Dios y centrada en el mito de la autosalvación, en el mito del progreso”, añadió. 

Por otro lado, Mons. Martínez Camino enfatiza que contar las historias de los mártires no es “para ilustrar una doctrina cristiana ya bien establecida, principalmente, sino que es poner de manifiesto la esencia del cristianismo, que es la historia de Cristo y de sus testigos”.  

Para Mons. Martínez Camino “los mártires y los santos son presencia viva de Cristo en la historia de cada época. Son, por eso, los primeros evangelizadores”. “Leer la vida de los santos y los mártires es leer el Evangelio vivo”, añade.  

“Mártires de la revolución, no de la guerra” 

El prelado detalla que, en el plazo de 15 años, hubo 4.235 mártires eclesiásticos, incluidos doce obispos. Además, unos 3.500 religiosos y frailes y casi 300 monjas. A estos, habría que sumar entre 3.000 y 10.000 seglares que pudieron ser asesinados por su fe.  

De todos ellos, hay en proceso de beatificación unos 3.000, en diferentes fases: “Si no van más rápido es porque no hay gente suficientemente competente para las investigaciones que exige la demostración histórica del hecho martirial. Y eso exige un trabajo serio y prolongado” que además necesita apoyo humano y financiero. 

Mons. Martínez Camino, que debe parte de su vocación a la memoria de su tío mártir, Lázaro San Martín Camino, asesinado en 1936, afirma en el libro que "son mártires de la revolución, no de la guerra” y explica la importancia de la denominación “mártires del siglo XX” en detrimento de “mártires de la República” o “mártires de la Guerra Civil”. 

“Ni la república ni la guerra en cuanto tales directamente fueron los causantes del martirio”, sino que “el causante del martirio en España es la revolución anarco-marxista" que, como otras ideologías totalitarias en el siglo XX, “llevaban en su programa la aniquilación de la fe, de la religión y de la iglesia cristiana”. 

Por otro lado, fue San Juan Pablo II quien, en el jubileo del año 2000 convocó un acto ecuménico celebrado en el Coliseo de Roma en memoria de los mártires del siglo XX, que abarcó desde el martirio de los armenios en Turquía en 1915 hasta los últimos coletazos del comunismo en el fin de siglo.  

A pesar de que en España los delitos contra la libertad religiosa, y en especial contra los católicos, aumentan año a año e incluso se ha llegado a la sangre como en el caso del sacristán Diego Valencia, según informes elaborados por especialistas, Mons. Martínez Camino previene contra interpretaciones apresuradas 

“Hay que entender bien esta lección para entender el presente —dice en alusión al martirio del siglo XX—. Si lo mezclamos todo, no entendemos nada. Hay que ir por pasos. Y no se puede mezclar el martirio del siglo XX con el martirio del siglo XXI”. 

Por Nicolás de Cárdenas

Fuente: ACI Prensa