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| Reliquias de los nuevos santos. Foto: Vatican Media. Dominio público |
Como es tradición, durante la Misa de canonización se colocaron
junto al altar de la Plaza de San Pedro las reliquias de primer y segundo grado
de estas siete personas elevadas a los altares, signos tangibles de su
humanidad que remiten a la fuente de su santidad y exhortan a los fieles a
seguir su ejemplo.
El relicario de la salesiana Santa María Troncatti, quien
entregó su vida evangelizando al pueblo Shuar en Ecuador —donde trabajó más de
50 años por la reconciliación entre colonos e indígenas—, contiene una falange
de su mano.
Esta reliquia es símbolo de una vida “tendiendo las manos hacia
el Señor con súplica y abandono, y extendiéndolas hacia el prójimo en señal de
ayuda, consuelo y curación”, describe la Agencia de Información
Salesiana.
El Postulador general de las Causas de los Santos de la Familia
Salesiana, el P. Pier Luigi Cameroni, presentó esta reliquia el pasado 2 de
octubre en la sede central de los Salesianos de Don Bosco.
Las manos de la nueva santa “acogieron, ayudaron, curaron y
bendijeron”, e incluso ella solía decir a las hermanas que temían por la grave
situación en Sucúa (Ecuador): “Hijitas, no temáis y no tengáis miedo por todo
lo que ha sucedido; ¡abandonémonos en las manos de Dios, y recemos por la
conversión de los malvados!”.
San Peter To Rot: Dos falanges del mártir defensor del matrimonio
El nuevo santo de Papúa Nueva Guinea, catequista, padre de
familia y mártir, fue asesinado en un campo de concentración japonés durante la
Segunda Guerra Mundial por defender el matrimonio católico y oponerse a que se
instaure la práctica de la poligamia.
Durante la Misa de su canonización, se presentaron dos de sus
dedos (falanges). Uno de ellos permanecerá en Roma y el otro regreserá a Papúa
Guinea, en el santuario erigido en su hogar, en el pueblo de Rakunai, según
detalló Vatican News.
Santa Carmen Rendiles y San Gregorio Hernández, primeros santos
venezolanos
El relicario de San José Gregorio Hernández, conocido como el
“médico de los pobres” y a quien el Papa León XIV definió en su homilía como un
“bienhechor de la humanidad” con un corazón “encendido de devoción”, contiene
un fragmento óseo.
Por su parte, la reliquia de la primera santa venezolana, Madre
Carmen Rendiles, son partículas óseas de su cuerpo. Según precisó la
postuladora de su causa a ACI Prensa, la Madre Rosa María Ríos, las partículas
“fueron preparadas de manera especial y colocadas en los relicarios de todos
los arzobispados de Venezuela”.
Los huesos de San Bartolo Longo
El nuevo santo italiano fue laico y abogado, fundador del
Santuario de la Virgen del Rosario de Pompeya (Italia). Fervoroso catequista
tras una impresionante conversión y hombre dedicado a asistir a los más
necesitados, ha sido reconocido como uno de los más grandes difusores de la
devoción del Santo Rosario en el siglo XX.
El postulador de su causa, el sacerdote italiano Antonio
Marazzo, confirmó a ACI Prensa que la reliquia expuesta se trataba de un hueso
del santo, probablemente hallado a inicios de los años 80.
Reliquia de
primer grado de Santa Vicenta María Poloni
En la Misa también estuvieron presentes las reliquias de primer
grado de la fundadora de las Hermanas de la Misericordia en Verona (Italia),
marcada por un carisma de servicio a los pobres, ancianos y huérfanos.
San Ignacio Maloyan y su vestimenta
Del Arzobispo armenio San Ignacio Maloyan, a quien el Papa se
refirió como “un pastor según el corazón de Cristo” que no abandonó a su pueblo
y fue asesinado durante la Primera Guerra Mundial, se expuso un pedazo de tela
de la vestimenta que utilizaba para celebrar Misas.
Por Almudena Martínez-Bordiú
Fuente: ACI
