Pegados a él
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| Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Hace unos días
regalé a una persona el nuevo libro de la Escuela de Lectura: “Cartas entre el
cielo y la tierra”. La verdad es que no pensaba que lo fuera a leer, pero algo
dentro de mí me dijo que se lo regalara.
Unos días
después, me sorprendió enormemente diciéndome que ya tenía muy avanzada la
lectura y que le estaba encantando.
Me alegré un
montón y daba gracias al Señor por haberme dado ese empujón interior. Y es que…
¡cuántas cosas nos condicionan! Esos miedos tan humanos a ser rechazados, o ese
deseo innato de que los demás vean una buena imagen de nosotros mismos, también
coartan nuestra libertad de espíritu.
Rezando sobre
ello, le preguntaba al Señor dónde está el “quid”. Y Él me lo dejó muy claro
rápidamente: ¡la rectitud de intención y la libertad de espíritu! Esa rectitud
de intención que nos libera de nosotros mismos para servir y amar sin tratar de
convencer a nadie, sino tan solo buscando el bien del otro sin esperar nada a
cambio. Y esa libertad de espíritu, por un lado, para arriesgar compartiendo lo
que soy, lo que auténticamente llena mi vida, y por otro, para acoger a la otra
persona tal cual es y tal cual está en este momento, sin pretender que sea
igual que yo.
Cristo es quien
verdaderamente ha realizado esto por nosotros. Pegados a Él podemos aprender a
mostrarnos tal cual somos y estamos; ante su mirada podemos comenzar a vernos
como Él nos ve, sin miedo a perder nada. Porque Él solo nos mira amándonos, y
con su amor nos va configurando cada vez más a Él.
¡Qué libertad
se experimenta cuando estás con alguien que te ama totalmente, aun sabiendo que
no todo en ti está perfecto! Un amor así hace que el corazón se expanda y
provoca que todo el ser comience a dejarse transformar.
Hoy el reto del
amor es dejarse mirar por el Señor: que su mirada transforme nuestro corazón
para vivir siempre con rectitud de intención y libertad de corazón.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
27 octubre 2025
Fuente: Dominicas de Lerma
