La santidad
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| Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Leti nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Desde hace unos
días, en el trabajo me han pedido que prepare un nuevo catálogo de bisutería.
En realidad, se trata de diseñar nuevos colgantes y pulseras, esta vez con goma
o cadena.
Ayer, cuando
los veía todos encima de la mesa, me di cuenta de que en común tenían una misma
cosa: la bola trasera que hace de regulador. Sí, regula la distancia a la que
quieres que cuelgue.
Pero es
curioso, porque esta bola no puede estar ni demasiado floja, ya que se caería,
ni demasiado justa, porque entonces no correría. Hay que encontrar una bola que
quede en su punto justo, para que se deslice con ligereza y, a la vez, sujete.
Mientras las
miraba, le decía al Señor que nuestra relación con Él es como encontrar esa
bola. Por un lado, que las normas, leyes y preceptos no nos aten de una manera
inflexible que nos impida vivir. Pero tampoco una relación con el Señor en la
que todo está permitido, porque así nada nos llenará ni nos dará la justa
medida.
Jesús lo vemos
con sus discípulos cuando les dice: “Dad al César lo que es del César y a Dios
lo que es de Dios”. Les muestra un camino de libertad, de vivir en el término
medio.
A mí, por lo
menos, me pasa: me voy de un extremo a otro. Y Jesús me invita a vivir con
ecuanimidad, es decir, en Él. Porque Jesús siempre nos muestra el camino de la
santidad: un camino donde hay de todo, donde Él nos enseña cada día a vivir
desde la oración y el amor.
Este camino de
santidad es para todos, no solo para religiosos. En él descubrimos que la
santidad es vivir de Cristo y, después, dar esta vivencia a los demás. Porque
lo que te da Cristo es para compartirlo, y al compartirlo se multiplica.
Hoy el reto del
amor es pedirle al Señor que nos enseñe a vivir en ecuanimidad, que encontremos
la medida justa en Él, para vivir libres y solo atados a Su amor.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
22 agosto 2025
Fuente: Dominicas de Lerma
