EL TERROR ISLAMISTA VUELVE A ARRASAR EN EL CONGO: 52 MUERTOS, SECUESTROS, SAQUEOS Y VIVIENDAS INCENDIADAS

La población congoleña denuncia que el horror se repite sin que nadie actúe, tras once años de matanzas y silencio internacional
Este es un nuevo ataque perpetrado por el grupo armado islamista
Fuerzas Democráticas Aliadas. 
Xinhua news. Dominio publico

La violencia vuelve a teñir de sangre al este de la República Democrática del Congo. Entre el 9 y el 16 de agosto, al menos 52 civiles —entre ellos ocho mujeres y dos niños— fueron asesinados en una serie de ataques perpetrados por el grupo armado islamista Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF, por sus siglas en inglés), una facción local vinculada al Estado Islámico, en los territorios de Beni y Lubero, en la provincia de Kivu del Norte.

El ataque «incluyó secuestros, saqueos, la quema de viviendas, vehículos y motocicletas, así como la destrucción de bienes de comunidades que ya viven en condiciones humanitarias extremas», denunció MONUSCO, la Misión de Estabilización de la ONU en el Congo.

«Estos ataques dirigidos contra la población civil son intolerables y constituyen graves violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos», declaró Bintou Keita, representante especial del secretario general de la ONU en el país.

Un genocidio «en silencio»

La misión internacional asegura que reforzó su presencia militar para proteger a la población. Solo en los incidentes del 13 y 14 de agosto en Mayi-Moya, 206 civiles —70 mujeres y 93 niños— buscaron refugio en su base militar, donde recibieron protección. Al mismo tiempo, tropas de la Brigada de Intervención de MONUSCO patrullaron junto a las Fuerzas Armadas congoleñas (FARDC) para contener la violencia.

Sin embargo, para la población local, las promesas de protección llegan tarde. En declaraciones recogidas por la prensa local, Elie Mbafumoja, funcionario congoleño, lamentó: «Esto es un genocidio que está ocurriendo en silencio. Ni siquiera la comunidad internacional dice nada al respecto. Hace ya once años que la población es víctima de estas masacres. Debemos dialogar con las autoridades a todos los niveles, internacionales, nacionales, provinciales y locales, con el fin de restaurar la paz. Estamos cansados de masacres de todo tipo. Estamos cansados de enterrar a nuestros hermanos. Estamos cansados de estas matanzas», denunció.

MONUSCO, por su parte, insiste en su compromiso. En su comunicado, reiteró el llamado del secretario general de la ONU para que «los grupos armados extranjeros depongan las armas de manera incondicional y regresen a sus países de origen».

Fuente: El Debate